La Corporación Desfile de los Genitores afina los últimos detalles para el gran evento cultural que conmemora la historia de la provincia de Ocaña. Con la participación de más de mil artistas, desde niños de 5 años hasta ancianos de 80, las 30 comparsas representativas prometen revivir momentos cruciales de la región, desde las épocas aborígenes hasta los avances contemporáneos.
Este evento altruista, que se realizará el 27 de diciembre a partir de las dos de la tarde, recorrerá las principales calles de la ciudad, reuniendo a propios y visitantes en un homenaje vibrante a las tradiciones culturales.
Luis Eduardo Páez García, presidente de la Academia de Historia de Ocaña, recuerda los inicios del desfile en 1959, impulsado por el maestro Carmen Eliécer Quintero Torrado. Lo que comenzó como una recreación de la historia de Ocaña se ha convertido en un legado cultural. Tras el fallecimiento del fundador, el reportero gráfico Álvaro Carrascal Pérez continuó la labor, y en la década de los 90, la Cámara de Comercio formalizó la Corporación Cultural Desfile de los Genitores, enfrentando los retos impuestos por la violencia. Este esfuerzo fue reconocido cuando el Congreso de la República declaró el desfile como patrimonio nacional, aunque sigue enfrentando problemas de financiamiento.
Un libro abierto de historia
El Desfile de los Genitores es una manifestación artística que, según Páez, funciona como un libro abierto donde se plasma la memoria colectiva de Ocaña. A través del teatro, la música folclórica, la danza y las artes plásticas, se narran episodios como la fundación de Ocaña, el fusilamiento de Agustina Ferro y el cadalso de Leonelda Hernández.
Estos elementos permiten a las nuevas generaciones apropiarse de su historia, fortaleciendo el sentido de pertenencia y estimulando la investigación cultural, aunque la declaratoria como patrimonio inmaterial aún enfrenta obstáculos burocráticos.
Impacto sociocultural y económico
El desfile no solo es un evento cultural, sino también un motor económico. Martha Pacheco García, Vigía del Patrimonio Cultural de Ocaña, destaca su impacto en el turismo cultural, beneficiando a sectores como confecciones, salones de belleza, artistas y comerciantes locales.
Aunque el Ministerio de Cultura aún no brinda el apoyo necesario, la Gobernación y la Alcaldía contribuyen con incentivos económicos y logística para garantizar la realización del evento. “Buscamos que el desfile sea incluido en la lista representativa del patrimonio cultural e inmaterial del país”, enfatiza Pacheco.
Preservando las tradiciones
Para el gestor cultural Jackson Danilo Chaustre Picón, el Desfile de los Genitores es una herramienta poderosa para narrar la historia y preservar las costumbres ancestrales. Más que un evento festivo, es un espectáculo visual que integra música, teatro y artes plásticas en una representación dramatizada de la memoria ocañera.
Chaustre llama a los líderes locales a apoyar esta iniciativa, facilitando recursos para vestuarios, utilería y logística, asegurando que las tradiciones culturales sigan vivas.
El Desfile de los Genitores es un testimonio de la resiliencia cultural de Ocaña, una provincia que se niega a olvidar sus raíces a pesar de los retos financieros y la indiferencia de las autoridades centrales.
Lea aquí: Desfile de los Genitores: leyenda, magia y realidad
Este evento, calificado como el más importante de la región, no solo celebra la historia, sino que también construye comunidad, inspira sentido de pertenencia y fortalece el tejido social. Con cada edición, el desfile renueva el compromiso de preservar el alma cultural de Ocaña para las generaciones futuras.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
