Aquella penitencia de sembrar determinada cantidad de matas de café para enmendar los pecados divulgada por el sacerdote Francisco Romero, párroco de Salazar de las Palmas en 1834, se convirtió en una estrategia de emprendimiento en zona rural del municipio de Ocaña.
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A través del Programa ‘Mi plante y pa’lante’, el Centro de Emprendimiento genera alternativas para mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas de la región.
La Unidad Técnica Ambiental conjuntamente con la gestora social Magda Pallares Torrado, hicieron entrega de 15 mil plántulas de café a las mujeres del corregimiento de Buenavista.
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De esta manera impulsaron iniciativas para generar mayores y mejores oportunidades para que los ocañeros emprendan, es así como a través de desde la Secretaría de Gobierno, el Centro de Empleo y Emprendimiento, Cemprendo, la Gestoría Social y la Unidad Técnica Ambiental (UTA) se llevó a cabo una entrega de unidades productivas en este centro poblado.
Los insumos esenciales
La acción ha sido recibida con gratitud por parte de la comunidad, quienes reconocen la labor para beneficiar a los núcleos familiares, a través de la promoción del crecimiento empresarial en el municipio.
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“Con el firme propósito de apoyar a las familias rurales y proveerles facilidades para que inicien sus emprendimientos productivos, la administración entregó 15.000 plántulas de café e insumos para su cuidado como un tanque de 1.000 litros, dos rollos de manguera de media pulgada y una fumigadora. 1.000 unidades de variedad Cenicafé listas para la siembra fueron entregadas a cada una de las 15 mujeres focalizadas del corregimiento de Buenavista”, indicó el director de la Unidad Técnica Ambiental, ingeniero Harwin Blanco León.
Los testimonios
Jacqueline Reyes, beneficiaría de esta acción resalta que, gracias a esta entrega las mujeres de este centro poblado tendrán un sustento, así mismo, podrán apoyar a sus hijos en sus estudios y proporcionar oportunidades de empleo en su comunidad.
“Con estas acciones, se aporta significativamente al crecimiento económico y la transformación social en la ciudad, impulsando el emprendimiento y la generación de oportunidades en el sector rural, manifestó Blanco León, quien resalta el emprendimiento entre las mujeres de la región como apoyo a las actividades agrícolas en las distintas veredas.
Manifiesta que el programa se extenderá hacia otros centros poblados con los aportes del material vegetal del vivero El Edén, ubicado en el corregimiento de Buenavista.
“Entregamos 15 mil plántulas para mujeres productoras del sector rural con un incentivo de iniciación de modelo de negocio. Una fumigadora de espalda, manguera de riego y tanques, herramientas esenciales para aportar al bienestar de las comunidades”, agregó.
Martha Martínez, beneficiaria de la vereda Samagala, señaló que aparte de contribuir a la conservación del medio ambiente, se asegura un ingreso al hogar con la recolección del grano.
“Es un gran avance para las veredas El Espíritu Santo, Filo del pajuil y Samagala, es muy satisfactorio para tener un emprendimiento con nuestros esposos y los hijos para obtener recursos económicos”, reiteró.
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Jacqueline Reyes concluyó que era una “bendición ya que los hijos pueden soñar con salir del campo a continuar con los programas de la educación superior, para que sean alguien en la vida”, precisó.
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