El nuncio apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, adelantó visita pastoral a la diócesis de Ocaña para orientar a los feligreses sobre lineamientos de la iglesia católica dirigida por el papa Francisco.
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El alto prelado de la Santa Sede envió una voz de aliento a los campesinos que atraviesan por una difícil situación y los instó a cuidar la casa común como lo aconseja el sumo pontífice.
Estrechó las manos con los labriegos de la región que juegan papel fundamental en la seguridad alimentaria del país y los invitó durante la cuaresma a fortalecer los lazos de amistad y convivencia pacífica de los pueblos.
El mensajero del papa Francisco sostuvo encuentros con presbíteros de las diferentes parroquias de la provincia de Ocaña y sur del departamento del Cesar.
La comitiva desarrolló una agenda pastoral en la parroquia de San Alberto, San Martín, Pelaya, Pailitas y Aguachica en el Cesar.
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Asimismo, se reunió con las comunidades en Abrego y en La Playa de Belén tuvo una recepción especial donde resalta la importancia de recuperar el núcleo primario de la sociedad como es la familia para rescatar valores éticos y morales.
Una voz de aliento
El Nuncio presidió una ceremonia solemne en la catedral de Santa Ana, iglesia matriz de la diócesis de Ocaña también visitó el seminario mayor ‘El Buen Pastor’ y sostuvo un encuentro con los sacerdotes que hacen parte de la misión pastoral.
En San Martín, monseñor Rudelli bendijo el templo elevado a Nuestra Señora de las Gracias de la Torcoroma y celebró una Eucaristía en acción de gracias.
La visita del Nuncio Apostólico, coincidió con el Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma en la Iglesia Católica, y fue motivo de una programación especial por parte de la diócesis de Ocaña, que incluyó momentos de oración con las comunidades.
La comunidad ocañera aprovechó la ocasión para pedir la designación de un nuevo obispo para la Diócesis ya que, desde el fallecimiento de monseñor Luis Gabriel Ramírez en enero de 2022, monseñor Luis Alberto Ossa, arzobispo de Pamplona, permanece en la administración temporal.
En este sentido, dijo que “la comunidad apostólica no debe sentirse huérfana y se aproxima la fecha del anuncio del nuevo pastor para la iglesia católica en esta zona del país”, reiteró.
Agradeció las manifestaciones de cariño y afecto profesadas hacia el Santo padre, como católicos, en el reconocimiento del sucesor del apóstol San Pedro.
“Es un principio de unidad y comunión de todos los fieles católicos en el mundo, el testigo de la fe de los apóstoles hacia el pueblo de Dios. Estamos en un momento crucial para la iglesia, mientras sea nombrado un nuevo obispo. No debemos sentirnos huérfanos porque el señor siempre está con nosotros, es una santa, católica y apostólica, guiada por los sucesores de los apóstoles”, recalcó.
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La presencia aquí es clara muestra que seguimos comprometidos como cristianos y el señor está presente a través de los sacerdotes y pedimos que nos done pronto un nuevo obispo, recalcó.
El acompañamiento
El presbiterio en pleno hace el acompañamiento a los procesos de convivencia pacífica de los pueblos en la zona del Catatumbo y las acciones pastorales sirven para restituir el tejido social afectado por la violencia.
El padre Walfran Ramírez López de la parroquia de La Playa de Belén resaltó la presencia del alto prelado de la iglesia católica para fortalecer los lazos en la puerta de entrada a una zona tal convulsionada por la violencia para curar las heridas.
“Una voz de aliento de los guías espirituales reconforta para superar adversidades”, dijo el presbítero al connotar las riquezas existentes en la zona.
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