En vilo se encuentran habitantes de la zona del Catatumbo ante los fenómenos de extorsión, secuestro e intimidaciones proferidos por los grupos alzados en armas en los últimos meses.
Ese flagelo que golpea a todas las esferas de la sociedad afecta al sector educativo tras las amenazas recibidas por Josué Trillos Jaramillo, rector del Instituto Agrícola de Convención, a quien los violentos lo declaran objetivo militar debido a sus posturas en defensa de los derechos humanos de los habitantes de la región.
A través de panfletos intimidatorios le dieron 24 horas para que renuncie a sus funciones como presidente de la subdirectiva de la Asociación de Institutores de Norte de Santander, Asinort capítulo Convención, y abandone la zona de lo contrario debe atenerse a las consecuencias.
El directivo docente siente temor y solicitó a las autoridades brindar medidas de protección para evitar el accionar de los grupos al margen de la ley. Además, la posibilidad del traslado hacia otra región del departamento.
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En reiteradas ocasiones el alcalde de esa población, Dimar Barbosa Riobó ha expuesto la situación vivida en la región debido a los fenómenos de violencia. El mandatario reclamó fortalecer los esquemas de seguridad en la puerta de entrada del Catatumbo.
La pesadilla sin fin
El rector amenazado, en declaraciones entregadas a una estación radial de Ocaña, manifestó que es una situación complicada en Convención donde se vive el flagelo de extorsiones y secuestros selectivos.
“En mi caso tengo tres eventualidades, la primera fue en julio de 2020, comenzando pandemia cuando fui retenido dentro de la misma institución educativa por más de 4 horas por personas indeterminadas, tipificado como secuestro extorsivo”, señaló.
Factor que conllevó su salida de la jurisdicción durante varios meses desempeñándose de manera virtual.
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Contó que retornó en febrero de 2021 con la presencialidad en los colegios donde laboró normalmente, pero a finales de 2022, volvieron las intimidaciones a través de mensajes donde exigen una suma de dinero.
Una persecución de nunca acabar
Trillos recuerda que en el año se han presentado extorsiones y secuestros en esa población panelera y no ha sido ajeno a esa situación. “La última retención fue de la joven Camila Suárez y había comentarios que yo era el siguiente en la lista”, reiteró
Incluso le notifican que saben dónde viven sus seres queridos. Eso genera zozobra, temor, la situación fue expuesta a las autoridades y espera de parte de la Secretaría de Educación departamental el traslado inmediato debido al inminente riesgo.
Agregó que corresponde a un desplazamiento forzado ya que su arraigo se encuentra en ese municipio.
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“Pido a las autoridades brindar las mínimas garantías de seguridad para seguir laborando como directivo docente, defensor de derechos humanos y presidente de la subdirectiva de la Asociación de Institutores de Norte de Santander, Asinort Convención.
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