Siguen sorprendiendo los hallazgos de nuevas especies de anfibios y mariposas, logrados por el Grupo de Biología y Biogeografía de la Universidad de Pamplona.
En los últimos años, después de un arduo trabajo investigativo y con la validación de las informaciones morfológicas y moleculares, se tienen para Norte de Santander y Colombia más de 200 nuevos registros.
Los más recientes tienen que ver con la publicación de cuatro registros de anfibios, lo que incrementa la cifra de diversidad para el país.
El trabajo
En los últimos seis meses el grupo conformado por los docentes Aldemar Acevedo Rincón y Diego Carrero, junto con la comunicadora social Catalina Camargo, el delegado del programa de química, Fredy Solano Ortega y expertos de la vicerrectoría de investigaciones centraron su trabajo en el páramo Almorzadero.
A este grupo también pertenece la estudiante de pasantía de la Universidad de Manchester (Inglaterra), George Campbell e investigadores de la Universidad de Sucre.
El proyecto cuenta con el apoyo de Colciencias y se denomina ‘Diversidad Filogenética de Anfibios y Mariposas’, el cual es considerado único en Norte de Santander.
El docente Aldemar Acevedo Rincón, quien lidera el proyecto, dijo que la labor está centrada en descubrir la biodiversidad, posibles nuevas especies que habitan en las zonas de alta montaña andina y que son vulnerables por diversos impactos antropogénicos.
El estudio que durará dos años también tiene la finalidad de articular planes adecuados de conservación de áreas estratégicas, resguardar los recursos genéticos y demás aspectos relacionados con los componentes ecológicos y moleculares.
El académico Acevedo Rincón confirmó que en anfibios hay cuatro posibles nuevos registros para la ciencia, los cuales son del género pristimantis-anolirez, nicefori, lutitus, sp y douglasi-.
El investigador Diego Carrero, experto en este tema dijo que en mariposas hay identificadas seis especies endémicas de la tribu pronophilina de la subfamilia satyrinae, que solo se encuentran en montañas andinas que están por encima de los 2.700 metros sobre el nivel del mar.
“Se hicieron todos los análisis morfológicos en distintas zonas del complejo Almorzadero”, dijo.
El grupo también efectúa estudios adicionales en bosque seco, partiendo desde Cúcuta a lo largo del río Pamplonita, hasta llegar a la alta montaña de los Andes, incluyendo el parque Tamá, en donde se han estudiado otras especies de animales amenazados como el oso de anteojos. “Ocho años atrás Norte de Santander, en materia de diversidad era desconocido en Colombia, porque existían muchos vacíos en información”, afirmaron los docentes.
En el Tamá se logró captar un oso de anteojos cuando recorría el páramo de noche. (Foto: Diego Cabrera)
En amenaza
Para los investigadores en Colombia las áreas de alta montaña andina o de páramos están desprotegidas. Se hace mal uso de estas tierras, en especial con la minería y la sobrexplotación agrícola.
Además está fracturada la conectividad de las zonas boscosas, lo que ha ocasionado que las especies se vean limitadas en sus áreas de distribución.
Esto incide al igual en efectos adversos, como el incremento en la temperatura global o cambios a nivel de sobre explotación de los recursos naturales, lo que conlleva a que el número de individuos empiecen a disminuir y con el tiempo tienden a desaparecer.
Es por eso que el estudio está enfocado a conocer cuál es el verdadero estado de esas poblaciones de mariposas y anfibios.
“Con esta información podemos establecer futuros escenarios de conservación para las especies en mención, la flora y la fauna en general”, afirmó Aldemar Acevedo.
El grupo desarrolla en conjunto con la docente de comunicación social Catalina Camargo, difusión de los avances científicos en las comunidades y escuelas rurales para generar en las áreas protegidas estrategias de subsistencia de las especies. El proyecto en mención se denomina ‘Educa para la Conservación’.