Sin haber arrancado en forma la campaña para las elecciones legislativas y presidenciales de 2022, el fantasma de la violencia amenaza ya con convertirse en uno de los mayores desafíos para todos aquellos que quieran ejercer algún liderazgo en esta nueva contienda.
Según el más reciente informe de la Misión de Observación Electoral (MOE), sobre violencia contra líderes políticos, en el primer semestre de 2021 se registró un aumento de casi el 16% en las agresiones contra este sector, en comparación con el mismo periodo de 2020.
Y es que mientras el año pasado la MOE contabilizó 89 hechos, entre amenazas, secuestros, desapariciones, atentados y asesinatos, en los primeros seis meses de este año esa cifra se elevó a 103 casos.
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De acuerdo con el informe, los atentados y asesinatos contra líderes políticos entre enero y junio pasado también aumentaron de manera preocupante: en el caso de los atentados se pasó de 6 a 14 casos, mientras que las víctimas de homicidio subieron de 10 a 19.
Al respecto, los investigadores alertaron que este ha sido el semestre en que más asesinatos de líderes políticos se han registrado desde que la MOE comenzó a hacer seguimiento a estos casos, en 2012. En ese sentido, manifestaron que la situación inquieta, porque los hechos de violencia que han ocurrido este año ya superaron los registros de 2018 y 2019, ambos años electorales.
“Estas cifras resultan preocupantes, pues son evidencia del aumento acelerado en los patrones de violencia, por lo que la situación debe ser señal de alarma para las autoridades, de cara al cierre del 2021 y a los procesos electorales del 2022”, manifestó Alejandra Barrios, directora de la veeduría electoral, quien recordó que ellos han sido enfáticos en la existencia de una relación entre la violencia contra los liderazgos y los hitos del calendario electoral.
Los ataques contra líderes sociales también presentaron un aumento del 3,2%, al pasar de 124 a 128 hechos, mientras que la violencia ejercida contra los líderes comunales sí se redujo de manera considerable, pues mientras que en el primer semestre de 2020 se reportaron 35 casos, este año la cifra bajó a 16.
Mayor letalidad en Norte de Santander
Uno de los datos que llamó la atención del informe es que, si bien Norte de Santander no presenta el mayor número de afectaciones contra líderes políticos, sumó 11 entre enero y junio de 2021, sí reportó la mayor letalidad.
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“Norte de Santander fue la zona con la mayor cantidad de hechos letales, 2 asesinatos y 8 atentados, lo que significa un incremento significativo, con respecto al primer semestre del 2020”, advirtieron los investigadores.
Sumando todos los hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales, el departamento se ubicó en el quinto lugar, con 13 casos (una amenaza, un secuestro, nueve atentados y dos asesinatos).
Las regiones más afectadas por la violencia contra los diferentes liderazgos fueron Cauca (37 casos), Antioquia (29), Valle del Cauca (19) y Bogotá (17).
“Aunque Norte de Santander no registró la mayor cantidad de hechos de violencia en general (13), sí es el departamento del país con la mayor cantidad de hechos letales (9 atentados y 2 asesinatos). A diferencia de lo ocurrido en el primer semestre de 2020 en que los líderes sociales fueron los más afectados por dichos hechos, en lo que va del 2021 los líderes políticos han sido el blanco principal de la violencia letal”, dice el informe de la MOE.
Los dos asesinatos a los que hacen referencia son los del exedil William Rodríguez, del corregimiento Banco de Arena, ocurrido en enero pasado, y el de la fiscal primera seccional de Tibú, Esperanza Navas Sánchez, cuyo homicidio se registró en junio.
Entre tanto, los nueve atentados se reportaron en Cúcuta, Chitagá, Convención, Tibú y Ocaña.
Para Diego Rubiano, subcoordinador del Observatorio que estuvo a cargo de la investigación, este contexto enciende las alarmas para el último mes de 2021, en que tiene lugar el inicio formal de la campaña y de la propaganda electoral en espacio público, pues consideró que los candidatos al Congreso de la República quedarán enfrentados a un contexto de mayor visibilidad “y por ende de mayor riesgo”.
Alerta en las Circunscripciones Transitorias
La otra advertencia que se hace en el informe elaborado por la Misión de Observación tiene que ver con la violencia que se viene presentando en las regiones donde están en marcha los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), como el Catatumbo, toda vez que estas se constituyen también en las zonas donde serán elegidos los 16 nuevos representantes que ocuparán las curules especiales de paz.
Según los datos consolidados por la MOE, en 15 de las 16 subregiones se han registrado hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales, con el agravante que, de los 57 asesinatos cometidos en los primeros seis meses del año, 31 fueron en territorios PDET.
“Esta situación resulta alarmante, considerando que los candidatos a la Cámara de Representantes para las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz surgirán de las diferentes organizaciones y liderazgos sociales que operan en el territorio. Razón por la cual, la violencia en su contra mina la representación de la población de estas regiones y no solo afecta, sino que, en algunos casos, incluso, pone fin a procesos impulsados desde la ciudadanía”, señaló la veeduría.
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