No pasó mucho tiempo desde que el presidente de la República, Gustavo Petro, hiciera público su plan para acelerar la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc, el cual contempla revivir el llamado fast track para modificar las leyes que sean necesarias en cumplimiento de ese propósito, y las críticas comenzaron a surgir.

Ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el mandatario aseguró el jueves que una propuesta en este sentido haría posible reducir los plazos para cumplir con efectividad lo que se acordó en La Habana, en 2016, y por eso anunció que se lo van a presentar a la sociedad colombiana y al Congreso.

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No obstante, uno de los primeros en cuestionar la idea del jefe de Estado fue el expresidente Iván Duque, quien consideró que el gobierno Petro intentará apelar a esta figura de la vía rápida para sacar adelante las reformas sociales que se le han enredado en el Legislativo.

“Las llamadas “reformas del cambio” intentarán presentarlas como mecanismos vinculados al proceso con las Farc para decir que son parte de la implementación. Buscan que, bajo el fast track, se reduzcan los tiempos en la agenda legislativa y puedan imponer la agenda del gobierno”, escribió el exmandatario.

Duque recordó que gracias a la demanda que presentaron en 2017 ante la Corte Constitucional, como miembros del Centro Democrático, la aprobación de proyectos de reforma vía rápida ya no está vigente.

“Buscan un mecanismo espurio para debilitar el trámite legislativo y así debilitar al Congreso en una sustitución de la Constitución. Ya hemos derrotado estos abusos una vez y lo haremos cuantas veces sea necesario”, advirtió Duque.

La respuesta de Petro a su antecesor no se hizo esperar y a través de X, su tribuna habitual, le respondió que el golpe que él le dio al fast track es porque su intención era hacer trizas la paz, solo que lo logró parcialmente.

Sin embargo, más allá del enfrentamiento, el presidente invitó a Duque a construir un acuerdo nacional para hacer realidad la paz de Colombia.

“Nuestra sociedad está cansada de la sangre derramada. ¿Qué de malo tiene que nuestro campesinado viva bajo un Estado Social de Derecho?”, escribió el mandatario.

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Otro que manifestó desde ya su oposición a la idea de aprobar una agenda legislativa vía fast track fue el senador del Partido Liberal Mauricio Gómez Amín.

“Gustavo Petro, tampoco cuente conmigo para este fast track. Primero el blindaje de nuestra democracia y la institucionalidad de nuestro país”, escribió el legislador en su cuenta de X.

Y agregó: “No se equivoquen, Gustavo Petro y Juan Fernando Cristo.  ¡Colombia es un país de instituciones fuertes! Presenten los proyectos y den los debates que establece la ley. El Congreso de la República brindará todas las garantías necesarias”.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, trató de matizar ayer la propuesta presidencial al asegurar que solo es un punto de partida para el diálogo con el Congreso. 

“Aquí el espíritu es de concertación. No se presentarán normas ni proyectos que no se hayan discutido ni presentado previamente con todas las bancadas”, dijo en declaraciones a W Radio.

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