La fortaleza política que llegó a tener la coalición de los 13 partidos de izquierda que integran el Pacto Histórico, con la que el presidente Gustavo Petro consolidó sus triunfos en el Congreso y la Presidencia de la República, sigue debilitándose cada vez más, con miras a las elecciones regionales de octubre, que es el momento definitivo para saber si pueden llegar a ser un partido.
Aunque se habla del Pacto Histórico como una sola fuerza política, lo cierto es que esta coalición es una suma de varias colectividades, entre las que tienen participación indígenas, afros y campesinos.
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De esta alianza hacen parte, la Colombia Humana, Unión Patriótica-Partido Comunista, Polo Democrático Alternativo, Alianza Democrática Amplia, Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), el Partido del Trabajo de Colombia, Todos Somos Colombia, La Fuerza de la Paz, del exsenador Roy Barreras, Autoridades Indígenas de Colombia, Partido Comunes (ExFarc), Soy Porque Somos (partido de Francia Márquez), Unidad Democrática, Poder Ciudadano, entre otros.
Y es esa multiplicidad y los enfrentamientos internos entre ellos, los que llevaron a que la entrega de los avales para alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas y hasta las JAL, terminara aumentando las tensiones.
Uno de los casos que más ha suscitado controversia es el de Bogotá, en donde la lista es cerrada, por orden del presidente Gustavo Petro, y los partidos principales aprovecharon para darle prioridad a sus candidatos en la lista.
Esa movida llevó a que la actual concejala de Bogotá, Ati Quigua, quien tiene el aval del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), quedara por fuera de las primeras posiciones, lo que le impide tener opción de repetir curul, pues ahora aparece en el renglón 27.
Por esa razón, líderes de diversas regiones de Colombia se unieron en un plantón frente a la sede en Bogotá de ese movimiento para exigir garantías y transparencia en el proceso de selección de candidatos al Concejo de Bogotá, además que enviaron una carta al Consejo Nacional Electoral, en la que piden garantías en la conformación de la lista del Pacto Histórico.
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Otro problema en la lista de la coalición de sectores alternativos y de izquierda, es la del actual concejal Celio Nieves, quien pese a llevar tres periodos en la corporación y de tener el derecho a la reelección, su partido, el Polo Democrático, decidió en el último momento no darle el aval y quedó sin posibilidades de aspirar en octubre.
“Tengo una tusa la hijueputa. La llamada dirigencia del Polo Democrático y el Pacto Histórico me han castigado, por mi lealtad, por mi trabajo, por mi lucha, por buen concejal. Ya no hago parte de la lista al Concejo de Bogotá, injusto. Mi vida y mi lucha continuarán al servicio de la gente humilde (sic)”, sostuvo el dirigente de izquierda al saber que no tenía aval.
En el Meta, el Pacto Histórico también se fue dividido y hasta el pasado 4 de agosto, día de las modificaciones a las listas, la coalición del presidente Gustavo Peto no logró tener un candidato propio.
En Norte de Santander, el candidato que fue elegido por los diferentes sectores del Pacto Histórico para aspirar a la Gobernación, Ramón Elí Támara, también se quedó a última hora sin el respaldo de esa coalición y terminó avalado por Esperanza Democrática.
Por ahora, al Pacto Histórico le resta seguir trabajando en la campaña con miras a las elecciones del 29 de octubre, a la espera de volver a tener ese respaldo que lograron en marzo del 2022 cuando triunfaron en las elecciones de Congreso
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