Aciertos

Capturas a cabecillas e integrantes de grupos armados

Aunque Colombia vivió diferentes momentos violentos y de ataques por parte de grupos armados, el jefe de Estado se destacó por las capturas, dadas de baja y las extradiciones que realizó durante los últimos años.

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Algunas de las más destacadas fueron la extradición de Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’; la muerte de Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias ‘Uriel’; y la de Walter Patricio Arízala Vernaza, alias ‘Guacho’. Según el Gobierno, Colombia pasó de tener seis a tres grupos armados, siendo desmantelados ‘Los Caparros’, ‘Los Pelusos’ y los ‘Puntilleros’.

Fueron capturados 190 cabecillas, se redujeron en 1.500 hombres en armas, fueron detenidos 22.916 miembros de grupos armados, se extraditaron 542 narcotraficantes y se presentaron 1.592 desmovilizados y sometidos.

Vacunación y manejo de la pandemia de la COVID-19

La pandemia de la COVID-19 fue un virus que el mundo no calculó su llegada y tan crítica estadía en la población. Aunque la población se mostró escéptica, Colombia logró una apta gestión y un adecuado funcionamiento del Plan de Vacunación. Además, se entregaron diferentes incentivos económicos en medio de los cierres y cuarentenas sanitarias.

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Según el reporte más reciente, Colombia ya alcanzó 87 millones de dosis aplicadas desde que inició el Plan de Vacunación. Según un ranquin de Bloomberg, Colombia ocupa el primer lugar en América Latina entre los países que mejor manejaron la pandemia y el puesto 12 a nivel mundial.

“El sistema de salud de Colombia es mucho mejor de lo que los colombianos llegan a creer, y en ese esquema se viene implementando un esquema de vacunación bastante exitoso. Colombia estaba preparada para generar un proceso de vacunación, pudimos relativamente rápido acceder al uso comercial, eso hay que reconocerlo”, aseguró el docente y analista Danny Ramírez.

Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos

A pesar de la ruptura de las relaciones diplomáticas con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, Duque demostró su compromiso con los migrantes del hermano país.

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Para que su estadía en Colombia fuera legal, el actual Gobierno creó el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, documento que les permitirá estar en Colombia los próximos diez años y acceder a beneficios como educación, sistema de salud, adquirir una vivienda, entre otros.

“No es posible que les hubiéramos dado la espalda, no quiere decir que estuviéramos de amigos con ellos, no quiere decir que no se sostienen las relaciones”, expresó el docente y analista Julio Londoño.

Desaciertos

Incumplimiento de fallos judiciales

Durante los cuatro años de su Gobierno, el presidente Duque optó por no cumplir diferentes decisiones judiciales, que lo dejaron en evidencia como una persona que no respetó e incumplió fallos.

Ante la Corte Constitucional tuvo diferentes reversazos, como lo fue el intento de modificación a la ley de garantías. Así mismo, pero con el apoyo de la Registraduría Nacional, se intentó modificar el Código Electoral, el cual fue declarado inconstitucional.

A pesar de que le fue recomendado no promoverla, también intentó interponer la cadena perpetua para los violadores, la Corte no lo aceptó, y finalmente también cuestionó la decisión de despenalizar el aborto hasta la semana 24 de gestación.

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“El presidente actuó de conformidad con su línea, con su pensamiento, un Gobierno de una línea determinada no va actuar en forma diferente en lo que han sido sus criterios”, afirmó el docente Londoño.

Relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela

Aunque las relaciones entre Colombia y Venezuela no venían estables desde los Gobiernos de los presidentes Álvaro Uribe Vélez y Hugo Chávez, en 2019, tuvieron un punto más álgido con la decisión del presidente Nicolás Maduro de bloquear el Puente Simón Bolívar, del lado de su país, y de suspender las relaciones diplomáticas inmediatamente.

A la complicada relación se sumó la aprobación del presidente Duque de reconocer a Juan Guaidó como presidente interino, y de calificar a Maduro internacionalmente como un dictador. El país no olvida la frase en la que aseguró que Nicolás Maduro tenía “las horas contadas”.

“Eso fue un error, el presidente Duque se matriculó al inicio de su Gobierno en el derrocamiento del Gobierno de Venezuela, eso estaba frustrado, no fue bien manejado, fue efecto de la euforia antimadurista”, expresó el analista Londoño.

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Falta de empatía con la violación de derechos humanos

Aunque en campaña se mostró como el presidente de los jóvenes, al ser uno de los mandatarios más jóvenes de Colombia, su aprobación en la población juvenil es la menos favorable para el mandatario. Hasta los mismos consejeros de juventudes, que fueron elegidos por primera vez en su Gobierno, lo cuestionaron en la instalación del Consejo Nacional de Juventud (CNJ).

La crítica al presidente se basa, principalmente, en su posición férrea frente a los abusos que se presentaron en las protestas del Paro, aunque la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aseguraron que sí hubo violación de derechos humanos, el mandatario nunca lo reconoció y se mantuvo en firme con las actuaciones de la Fuerza Pública.

“Las personas percibían que llegaría una nueva corriente, en una narrativa más cercana a los jóvenes, pero se quedó en una promesa de campaña, se vio conservador, que estaba muy en desacuerdo con las agendas de los jóvenes, eso se vio en que los jóvenes votaron contra el Gobierno actual”, destacó el analista Ramírez.

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Neutral en Acuerdo de Paz

Un tema en el que el presidente Duque se queda en el punto medio, es en la implementación del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las antiguas Farc.

El partido Centro Democrático, partido que siempre fue identificado de Gobierno, fue uno de los opositores de los acuerdos, tan así, que en 2019 intentó ejecutar una serie de objeciones a la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que finalmente no logró.

Frente a la reparación de las víctimas, el presidente se destacó por los proyectos y actos logrados con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet), en los territorios más vulnerables, y en la creación de las Circunscripciones Especiales Transitorias de Paz (Citrep).

“Se podría hacer una calificación de mediocre, en el mejor de los sentidos. Trató de desmantelar el acuerdo de paz de diversas maneras, a pesar de sus proyectos en los Pdet, se burocratizó la paz. Manejó una agenda maniquea, era indiferente frente a lo que pasaba en el país en los asesinatos de líderes sociales, pero ante los organismos internacionales se mostraba como el más garante”, afirmó Ramírez.

“A la larga siguió con la implementación de los acuerdos y dio cuenta a la ONU sobre lo desarrollado. Implementó hasta donde pudo. A pesar de la creación de los acuerdos, los problemas y la inseguridad siguieron como seguramente continuarán dada la coyuntura y las condiciones que tiene Colombia”, expresó el docente Londoño.

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