Claudia López, alcaldesa de Bogotá, y la senadora Angélica Lozano quedaron este lunes bajo la mira de la Procuraduría General que les abrió indagación con el fin de establecer si están o no relacionadas con el supuesto pago de coimas para la construcción de la primera línea del metro.

La investigación a López y Lozano surgió a partir de la versión mediática según la cual un exfuncionario del Ministerio de Transporte sostuvo conversaciones telefónicas con varias personas, entre ellas un ciudadano chino, en las que mencionaba supuesto pago de coimas para la construcción de la primera línea del metro de la capital, dinero que presuntamente habrían favorecido al partido Alianza Verde y a las dirigentes políticas.

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Cuando el caso se conoció la mandataria respondió que la primera línea del metro se contrató en la administración de su antecesor Enrique Peñalosa y al explicar que las compras relacionadas con el obra las realiza el consorcio ganador que ejecuta la obra.

En su argumentación, la Procuraduría dijo que "investigará la posible comisión de alguna conducta irregular con la que se haya incurrido en una actuación de posible incidencia disciplinaria", a partir de los hechos divulgados por la prensa.

Argumentó que la investigación pretende "determinar" si ocurrió o no la supuesta "conducta" denunciada y para "establecer si es constitutiva de falta disciplinaria y definir si se actuó o no al amparo de una causal de exclusión de responsabilidad".

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