Una novela de nunca acabar es la que han tenido que vivir los rosarienses por cuenta de la elección de su alcalde para el actual periodo.
Faltando apenas dos años para terminar el mandato de Eugenio Rangel Manrique, a este le fue anulada su credencial por cuenta de 65 votos que obtuvo en una mesa en la que un sobrino suyo participó como jurado de votación, y cuando todo parecía indicar que ya Carlos Julio Socha estaba listo para sucederlo, un juzgado suspendió su posesión.
El entrante mandatario del municipio metropolitano había tomado juramento el martes en la mañana, ante la jueza primera promiscua municipal de Villa del Rosario, luego de que el pasado jueves 17 de marzo quedara debidamente ejecutoriada la sentencia del Consejo de Estado que confirmó la nulidad de la elección de Manrique Rangel y en su lugar ordenó que el exconcejal asumiera ese cargo.
Sin embargo, transcurrido apenas un día desde su posesión y mientras se desarrollaba el acto simbólico que organizó en pleno parque de Villa del Rosario para ratificar su llegada por tercera vez a la Alcaldía, una jueza de Los Patios le ponía pausa a su estreno como gobernante.
Lo que ocurrió es que, en respuesta a una acción de tutela instaurada por el alcalde saliente contra el Juzgado que legalizó el juramento de Socha, alegando la protección de su derecho al debido proceso, fue decretada una medida cautelar suspendiendo el acta de posesión hasta nueva orden.
Esto, por cuanto, se evidenció “la falta de la credencial expedida por el Tribunal Administrativo de Norte de Santander como requisito previo”, para que el dos veces alcalde del municipio histórico asumiera nuevamente el cargo.
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Según conoció La Opinión, el expediente digital del fallo fue recibido por el Tribunal el 18 de marzo y el martes 22 fue pasado al despacho “para proveer”.
La certificación de ese trámite fue con la que Carlos Julio Socha se presentó ante el Juzgado de Villa de Rosario para asumir como nuevo alcalde. Sin embargo, la jueza de tutela consideró que este no era el documento que se exigía para que pudiera empezar con sus funciones.
Esta decisión agitó los ánimos entre los rosarienses y especialmente entre los simpatizantes y colaboradores del nuevo mandatario, quienes ayer no lograron ingresar en la mañana a la sede del Palacio Municipal.
En la tarde, incluso, la Oficina de Gestión del Talento Humano de la Alcaldía expidió una circular informando la suspensión de la atención al público entre las 2:00 y las 6:00 de la tarde, “con el fin de evitar alteraciones del orden público dentro de las instalaciones”.
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Sobre las 3:00 de la tarde, Socha y su equipo jurídico ingresaron finalmente a la Alcaldía y estuvieron analizando durante toda la tarde las acciones a seguir en este caso.
En la medida cautelar, la jueza civil de Los Patios ordenó oficiar a los vinculados en la acción de tutela, para que, de manera urgente e inmediata, “informen a este despacho los fundamentos de hecho y derecho respecto al caso que nos ocupa. Librar las comunicaciones con los insertos del caso, concediendo un término de 48 horas para que alleguen los documentos y pruebas que estimen conducentes en aras de un mejor proveer”.
Confía en que hoy tendrá la credencial
Al término de su reunión con los abogados, el nuevo alcalde de Villa del Rosario se mostró tranquilo frente a la decisión que dejó en suspenso el comienzo de su mandato y dijo que espera que hoy le entreguen la credencial para poder cumplir con el trámite que está exigiendo la jueza de tutela.
“No hay ningún inconveniente, sigo siendo el alcalde de Villa del Rosario. Esto no afecta en nada la posesión como alcalde. La credencial me la dan mañana mismo (hoy)”, dijo.
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Aunque aseguró que la norma es clara en que la sentencia ejecutoriada y la certificación que le entregó el Tribunal eran los únicos requisitos que se necesitaban y que, en esa medida, no debía presentar la credencial, señaló que todo quedará resuelto hoy.
Por esa razón, el gobernante les hizo un llamado a sus seguidores a la calma. “Aquí no ha pasado nada”, insistió.
La puja por el primer cargo de Villa del Rosario comenzó desde la misma noche de la elección, pues a los dos candidatos (Rangel y Socha), apenas los separaron 70 votos. Desde entonces, Socha emprendió una insistente batalla por reversar el resultado y dos años después lo consiguió.
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