En el Catatumbo, la guerra entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las disidencias del Frente 33 de las Farc no solo deja más de 80 muertos y unos 40.000 desplazados, también tiene en crisis a los sectores productivo, empresarial e industrial.
Los palmeros se han visto gravemente afectados. La gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) en la Zona Central, Adriana Marcela Toro Torres, indicó a La Opinión que, en esa subregión de Norte de Santander, hay cinco plantas extractoras, que generan alrededor de 14.000 empleos directos e indirectos, y 1.900 cultivadores.
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“Nuestro esquema de negocio se maneja en una cadena de valor, por lo que, al afectarse cualquier eslabón de la misma, rompe la operatividad y, por ende, ocasiona pérdidas económicas. Esta situación crítica de orden público ha interrumpido, en primer lugar, la cosecha de fruta, ya que los trabajadores del campo no han podido llegar a sus sitios de trabajo”, explicó Toro.
Indicó que la recolección y entrega de esta materia prima no se ha podido hacer a las extractoras por las restricciones de movilidad de vehículos de carga. Entonces, la producción de aceite crudo de palma ha caído entre 40% y 50%.
La gerente regional de Fedepalma expresó que, de igual forma, no es fluida la salida de vehículos cargados de aceite procesado por la percepción de inseguridad y el incremento significativo de los fletes. Esto lleva a que las plantas almacenen el producto terminado, lo que causa alarma, pues, capacidad de almacenaje es de 10 días.
En el sector palmero también ha visto interrumpidas las tareas de campo de control fitosanitario y de fertilización.
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Crisis en el carbón
La gerente de la Asociación de Carboneros de Norte de Santander (Asocarbonor), Margarita Contreras, informó que se ha impactado profundamente a las empresas, tanto en sus operaciones como en sus finanzas, porque han retrasado actividades claves, comprometiendo cerca de 150.000 toneladas de carbón.
“Económicamente, el 67% de las empresas han reportado pérdidas y el 33% restante enfrenta dificultades para cuantificar los daños, debido a la complejidad de evaluar el impacto inmediato. Adicionalmente, se han visto comprometidos 18 acuerdos comerciales por empresa -esta cifra puede variar según la escala y operación de las empresas-”, añadió Contreras.
El presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), Carlos Cante, manifestó que la situación afecta la producción, que en los últimos cinco años, en Norte de Santander, ha tenido un promedio anual de 2.2 millones de toneladas, que representan 27% de la producción del interior del país y 4% de la nacional.
“Las implicaciones de esta crisis se verán reflejadas no sólo en el volumen de exportaciones, sino que a nivel interno afectarán la demanda de coque y el suministro de carbón a las térmicas para la generación eléctrica”, recalcó Cante.
El director regional de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), José Peñaloza, dijo que hay menos vehículos activos y una baja en los volúmenes de carga de alrededor de 60%, “puesto que el carbón es uno de los productos que se maneja en cantidad y las minas, en su gran mayoría, se ubican en esa zona, las cuales están paradas”.
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Café y cacao represados
El director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros, Ricardo Mendoza, aseguró que después de seis días sin poder mover las cargas de café y cacao que recibe la Cooperativa de Caficultores del Catatumbo (Cooperacafé), en sus sedes, pudieron hacerlo en medio de un ambiente de tensión.
Precisó que estuvieron represados más de 100.000 kilos de café y más de 64.000 kilos de cacao, los cuales fueron llevados desde Hacarí, Convención, San Calixto y Teorama, entre otros municipios, hasta Ocaña, en donde está la oficina principal.
“Nuestros colaboradores del Servicio de Extensión, permanecen en Ocaña. Ellos son quienes hacen el acompañamiento técnico a nuestros caficultores en las fincas y tienen la orden de no moverse a las veredas, como medida de seguridad”, apuntó Mendoza.
El presidente de la Federación de Productores del Catatumbo y Provincia de Ocaña (Fedeprocap), Wilmar Rangel, manifestó que, en algunas áreas la situación es más crítica que en otras, porque las labores del campo están completamente suspendidas.
“Cada quien está en su finca, realizando las labores habituales; claro está, con algunos temores. De alguna forma, hay líneas de transporte para cada municipio y se puede sacar los productos al mercado”, sostuvo.
Preocupaciones de los sectores
- Que los problemas afecten la cadena de valor.
- Que se intensifiquen los combates y eso conlleve al cierre total de las operaciones de las empresas, para salvaguardar la vida de los trabajadores.
- Que la grave situación de inseguridad se extienda a las vías nacionales y ciudades.
- Que la pésima percepción de seguridad para conductores, clientes, propietarios de vehículos crezca mucho más y no quieran venir a la región.
- Que la baja productividad crezca y se pierda la calidad de los frutos.
- Que aumente la incertidumbre en el cumplimiento de contratos, en el caso de los carboneros.
Por todo esto, las organizaciones empresariales y productores esperan que las autoridades aumenten el pie de fuerza militar en las zonas afectadas, recuperen el control del territorial, mejore la imagen de departamento y garanticen la seguridad y el respeto por los derechos humanos.
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