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¿Quién tiene la culpa de que los niños no lean?
La Opinión hizo un sondeo con padres, maestros y especialistas en tecnología.
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Domingo, 30 de Abril de 2023

La lectura es una habilidad esencial para el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los niños. Sin embargo, en la era digital en la que vivimos, cada vez es más común ver a los pequeños y adolescentes sumergidos en dispositivos electrónicos, en lugar de leer libros.

En un sondeo en Twitter, La Opinión le preguntó a los cucuteños: ¿Cuál cree usted que es el factor principal para que los niños (as) ya no lean como antes?

Las cuatro opciones fueron: exceso de tecnología (62,9% de los votos), los padres y/o colegio (25,8%), falta de motivación (9,7%) y efectos de la pandemia (1,6%).

Sin embargo, en los comentarios los usuarios también destacaron que la tecnología bien usada puede ser una solución, más que un problema.  “(…) muchos padres aprovechan la tecnología para promover la lectura en sus hijos a través de Kindle o similares”, comentó un usuario.


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Según un estudio realizado por la Unesco en 2019, más de 750 millones de adultos en todo el mundo son analfabetos y muchos niños tienen dificultades para leer a su nivel de grado.

Este fenómeno ha sido objeto de debate y preocupación en muchos sectores de la sociedad.

Los videojuegos, las redes sociales y los programas de televisión a menudo son más atractivos y gratificantes a corto plazo que la lectura de un libro.

Lida Mayelvi Blanco González, magíster en Psicología Comunitaria y docente del Programa Institucional de Excelencia Académica (PIEA) de la Universidad Simón Bolívar, señala que es innegable, como el uso de la tecnología, ha permitido que los niños encuentren otros escenarios que pueden producir mayor estimulación que la lectura, tal sería el caso de “la exposición continua a videojuegos, que se hicieron parte de la rutina de los chicos y se aumentó con la realidad de la pandemia”.

Sin embargo, también reconoce que no es la tecnología la culpable de lleno de la ausencia de lectura. Por el contrario, afirmó que actualmente existen escenarios virtuales que han creado plataformas interactivas que pueden contribuir en fomentar este hábito.


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Algunas recomendaciones

Hay varios factores que pueden estar contribuyendo a la disminución de la lectura en los niños de hoy. 

Para fomentarla es importante que los padres, educadores y la sociedad en general valoren la importancia de la lectura como una actividad esencial para el aprendizaje y el desarrollo. 

Además, es importante encontrar formas creativas de hacer que la lectura sea atractiva y relevante para los niños en la era digital, como el uso de libros electrónicos y la inclusión de temas y personajes que reflejen sus intereses y experiencias.

Es importante que los niños y adolescentes logren tener frente a la lectura una experiencia positiva en la que puedan divertirse “permitir que su imaginación y su creatividad se expanda a partir de un texto que sea de su agrado, que incluso puede darse desde la mediación tecnológica, usando los canales apropiados que permitirán un acercamiento a la misma; cuando a partir de los textos físicos no se ha logrado dicho interés”, agregó Lida Blanco.

Otra recomendación que hace la experta es generar espacios que se salgan de la cotidianidad, y permitir que inicialmente los niños puedan ojear un texto, sin la instrucción inmediata de leer, con el fin de realizar una labor exploratoria, que permita incluso entender la composición de un libro e iniciar por capítulos de su interés.


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Finalmente, no limitarse solo al ejercicio de la lectura, a partir de ella, generar espacios para compartir la experiencia de lo leído, así como poder representarlo, plasmarlo en un dibujo, realizar un pequeño resumen o sacar una abstracción de lo que les parece interesante para compartirla con su grupo y realizar una construcción conjunta, que lleve a los menores a un próximo encuentro.

Asimismo, lo ratifica Carlos Fernando Álvarez González, PhD en Investigaciones Humanísticas y jefe del Departamento de Pedagogía de la Universidad Simón Bolívar, que expone que la promoción de la lectura tanto en niñas, niños, como en adolescentes y adultos -sin importar el formato- debe ser orientado al desarrollo de habilidades para la vida.

"Este llamado a la lectura nos ayuda a desarrollar la capacidad creativa para reinventarnos una y otra vez, a la comunicación dinámica que nos lleve a la búsqueda de soluciones, al pensamiento crítico para pensar en nuestra ciudad y nuestro ahora y, el trabajo en equipo que nos permite la construcción de sociedades interculturales”, sostuvo Álvarez. 

Para María Marlene Rincón, docente de primaria del Instituto Técnico María Inmaculada, desde casa son los padres los encargados de fomentar o minimizar dicho hábito, debido a que la exposición a encontrar un libro, hablar del tema, interesarse por compartir este hábito en familia, contribuye a que esta tendencia de abandonar la lectura no avance, por tanto, es algo que “nos compete a todos como sociedad”.


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¿Por qué no leen como antes? 

La Opinión exploró algunas de las posibles razones por las que los niños de ahora no leen como antes.

Falta de tiempo: Los niños de hoy tienen agendas muy ocupadas, llenas de actividades extracurriculares, deberes escolares y tiempo libre en el que suelen dedicarse a actividades más pasivas como ver televisión o jugar videojuegos. El poco tiempo libre que les queda a menudo se utiliza para interactuar con amigos y familiares, lo que deja poco espacio para la lectura.

Falta de modelos a seguir: Los padres y cuidadores tienen un papel fundamental en la promoción de la lectura en los niños. Sin embargo, si los adultos no leen con frecuencia o no valoran la lectura, es menos probable que los niños sigan su ejemplo.

Cambios en la educación: A medida que las escuelas se centran más en las habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), la lectura y las artes pueden perder importancia en el plan de estudios. Si los niños no ven la lectura como algo importante en su educación, es menos probable que la valoren como una actividad en su tiempo libre.


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Sobrecarga de información: En la era digital, los niños y jóvenes tienen acceso a una cantidad sin precedentes de información y entretenimiento en línea. Pueden sentirse abrumados por la cantidad de opciones disponibles, lo que puede hacer que la lectura de un libro parezca menos atractiva.

Competencia con la tecnología: Los dispositivos electrónicos han revolucionado la forma en que los niños y jóvenes consumen información y entretenimiento. 

Los videojuegos, las redes sociales y los programas de televisión a menudo son más atractivos y gratificantes a corto plazo que la lectura de un libro. Los niños pueden sentir que leer es aburrido en comparación con la estimulación visual y auditiva que proporciona la tecnología.

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