La reapertura de la frontera entre Colombia y Venezuela por Norte de Santander sería beneficiosa para ambos países y devolvería el dinamismo comercial a la región de ambos lados. Así lo detalla la Cámara Colombo Venezolana luego de analizar el actual panorama fronterizo.
Sin embargo, quitar los contenedores que permanecen en la mitad de los puentes del lado venezolano no sería suficiente.
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Cámaras Económicas del Táchira, en busca de soluciones para la fronteraDe acuerdo con la entidad, en el corto plazo y ante la grave situación de seguridad en la frontera entre Norte de Santander y el Táchira, tanto en materia de seguridad, como económica, humanitaria, social y de salud pública, deberían definirse posibilidades para recuperar sus condiciones de desarrollo sostenible, disminuir las prácticas ilegales y mejorar la seguridad fronteriza.
Así mismo, consideran que el resultado de la eventual apertura de fronteras debería ser el inicio del camino para recuperar la institucionalidad, pero más que nada contribuir a disminuir representativamente (50% por lo menos), las prácticas delictivas y violentas de los actores de la economía ilegal.
Germán Umaña, presidente ejecutivo en Cámara Colombo Venezolana, aseguró que sería importante reiterar la necesidad de fortalecer la ayuda humanitaria en fronteras y el apoyo al claro propósito colombiano de legalizar el trato nacional a los venezolanos migrantes para su incorporación a la sociedad y a la economía del país.
Desde la entidad proponen hacer un Plan de Integración Empresarial- Ciudadano, que contribuya a la reactivación del comercio formal entre Venezuela y Colombia, cumpliendo las medidas de bioseguridad correspondientes y lograr la reactivación de las relaciones consulares entre ambos países para la protección al migrante venezolano y colombiano.
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También plantean reformar el Acuerdo de Alcance Parcial de Naturaleza Comercial, suscribir un acuerdo de promoción y protección de inversiones, hacer un trabajo conjunto con gremios fronterizos y apoyo a los ciudadanos de la frontera y una rueda de negocios binacional.
A través de los años de cierre se ha mantenido un corredor humanitario que ha permitido el paso de estudiantes y enfermos. Foto: Cortesía
¿Qué se ganaría?
En materia de salud pública la reapertura permitiría una circulación de personas y mercancías con medidas de bioseguridad y la vacunación y carnetización de la población migrante internacional y pendular, y de tripulantes de tráfico internacional.
En materia de seguridad se reduciría la violación de derechos humanos, habría reducción en el contrabando, la extorsión, el lavado de activos, la trata de blancas, disminución de flujo de personas por pasos irregulares y control de los pasos oficiales de frontera y caracterización población migrante.
En cuanto al contexto económico permitiría un sistema de colaboración ágil entre las aduanas, las agencias de migración y las instituciones de salud de los dos países, la legalización del comercio y la inversión, la disminución tiempos de transporte y logística y la generación de empleo, reducción de informalidad y mejora de condiciones de calidad de vida.
El cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela por Norte de Santander ha generado escenarios como la migración a gran escala y el deterioro económico de las zonas limítrofes Foto: Colprensa
Panorama fronterizo
En 2013, cuando se dio el cierre de las fronteras, Cúcuta aportaba el 45% de las exportaciones de Colombia a Venezuela, porcentaje que se ha ido disminuyendo con el paso de los años y la actividad comercial entre las dos naciones por Norte de Santander ha llegado en 2021 a una participación del 0%.
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Actualmente los sectores que se exportan hacia el vecino país son productos de industria básica, agroindustriales, industria liviana y productos primarios.
Por su parte, las importaciones desde Venezuela en su mayoría son de industria básica, industria liviana, equipos y maquinarias.
Recientemente se retomaron las reuniones binacionales para lograr la reapertura total de la frontera. Foto: Colprensa
En cifras
De acuerdo con las estadísticas que tiene la Cámara Colombo Venezolana, hasta 2020, las exportaciones de Norte de Santander al mundo eran de 328.5 millones de dólares y hacia Venezuela de 7,9 millones de dólares lo que significaba una participación de solo 2%, contrario a lo que pasaba en 2008 (uno de los mejores años) cuando las exportaciones hacia el resto del mundo eran de 1.328 millones de dólares y hacia Venezuela de 1.201 millones de dólares, teniendo el mercado venezolano una participación del 90%.
Según el presidente ejecutivo de la Cámara Colombo Venezolana, directa o indirectamente eso se ha visto reflejado en el comportamiento económico de la región fronteriza, tanto del lado colombiano como venezolano, en factores como el alza de los índices de pobreza, desempleo e informalidad.
Entérese:
Táchira, en tinieblas y con sedEn el informe plantean que tras la eventual apertura no se debe ver a Venezuela como un mercado simplemente, si no ver los demás factores y que Colombia debe contribuir a la recuperación productiva de Venezuela y a corto plato plantear proyectos de complementación económica, industrial, productiva y de servicios.
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