Uno de los cinco deportes invitados a los Juego Olímpicos de Tokio 2020 fue el karate, una disciplina originaria de Japón, que lo practican cerca de 50 millones de personas en el mundo.
En el karate, es un arte marcial, y, según los expertos, su filosofía se basa en alcanzar un equilibrio en la vida diaria.
Esta disciplina coordina la fuerza, la respiración, el equilibrio y cuenta con dos modalidades; katas (figuras) y kumite (combate).
Los grados en el karate se conocen como danés y se relacionan con los colores de sus cinturones.
El blanco es para los principiantes y a medida que el deportista va avanzando recibe otro grado o color. Los otros distintivos son; el amarillo, el naranja, el verde, el azul, marrón o café y por último el negro.
Entre los 4 y 6 años es la edad en que los niños pueden comenzar su práctica, etapa en la que los niños empiezan a desarrollar sus habilidades motrices, y entre los 7 y 10 años, aprenden bien sus técnicas.
El karate en el país
El karate en Colombia tuvo origen en Villapinzón, Cundinamarca, en 1963, de la mano de Jaime Fernández Garzón, quien practicaba el estilo Shorin Ryu Shido Kan, que aprendió en Argentina.
Para 1970, el japonés Hiroshi Taninokushi, cinturón negro primer Dan, lo trajeron desde Brasil, para perfeccionar el deporte e introducir el estilo Shoto kan, que es el que se practica en la actualidad.
Sin embargo, existen alrededor de 50 estilos en el mundo, entre los que sobresalen; Shuri Te, Naha-te, Tomari-te, Shito Ryu, Wado Ryu, Kyokushinkai, Shaolin-Monk y el Shotokai, por citar algunos.
La Federación Colombiana de este deporte nació en 1980 y de ahí en adelante ha participado en todos los torneos que organiza la Federación Internacional de Karate, obteniendo resultados importantes a nivel suramericano, bolivariano, centroamericano y panamericano.
Llegó a Cúcuta
En Norte de Santander las artes marciales que más han sobresalido son el yudo y el taekwondo, pero su ‘primo hermano’, el karate, apenas vino a aparecer hace 16 años, cuando la santandereana Bethsa Guarín se aventuró y trajo la propuesta de conformar la Liga de Karate.
Inició con las escuelas de formación deportiva que por esa época tenía Indenorte. Su lugar de prácticas fue el coliseo Toto Hernández y actualmente entrenan en uno de los cuartos en el costado nororiental del estadio General Santander.
Han pasado 9 años, desde la organización de los Juegos Nacionales de 2012, y no se ha podido construir el coliseo de combates, que se comprometieron a dar los exgobernadores William Villamizar Laguado, en sus dos periodos de gobierno, y Édgar Díaz Contreras.
A la fecha no se ve la primera piedra donde se irá a construir el escenario que vienen pidiendo a gritos sus practicantes, así como el de boxeo.
La entrenadora Bethsa Guarín asegura que con las uñas ha tratado de llevar este deporte adelante, logrando buenos resultados con sus deportistas, que entre los más destacados están Jorge Chía, la exgimnasta Laura Jazmín Aguirre, Astrid Quijano y Luis Miguel Grisales, entre otros competidores, quienes alguna vez estuvieron en una selección Colombia.
Un nuevo proceso
Actualmente, la sensei Bethsa Guarín cuenta con alrededor de 80 niños, niñas y jóvenes de cuatro clubes, que conforman la Liga vienen practicando karate en Cúcuta.
La pandemia del nuevo coronavirus, como a todo el mundo, los afectó, teniendo que trabajar desde la virtualidad para mantener motivados los deportistas.
En días pasados, en un centro comercial se llevó a cabo un ascenso de cinturones, al que asistieron más de 40 karatecas.
Guarín recalcó que “la Liga se formalizó en 2008 y a partir de ahí se ha venido trabajando y masificando. Contamos con cuatro clubes y dos nuevos que acaban de afiliarse y por club hay un promedio de 30 o 40 niños karatecas”.
La sensei indicó que el karate sigue trabajando y formando nuevos prospectos para los Juegos Nacionales de 2023 y 2027.
“Ahora tenemos una buena camada de niños, con gran talento que le pueden dar y le estando dando medallas al departamento; como Samuel Sánchez de la categoría Junior, Felipe Díaz, y Ángel David Gurrero, en infantil, campeón nacional que un niño nivel alto que a futuro se va a destacar”, destacó la entrenadora.
Con respecto a lo que fue permanecer un año en confinamiento, sin poder competir, Bethsa Guarín manifestó: “nos afectó mucho como a todo el mundo. El hecho de no haber entrenamientos presenciales, competencias, hizo que los niños se desmotivarán, se bajara el nivel y la situación social llevó a que otros buscaran oportunidades en otros lados”.
Reinventarse en pandemia
No obstante, la entrenadora recalcó que antes de la pandemia asistieron al único torneo presencial que pudo hacer la federación en 2020, en Sincelejo, donde los deportistas cucuteños tuvieron una destacada presentación.
Aunque no hubo campeonatos ni nada por el estilo, la Federación Colombiana de Karate, mantuvo activo a sus afiliados.
“La federación programó muchos seminarios virtuales, se aprovechó eso con la participación entrenadores internacionales, se hizo un campeonato nacional por categorías en la modalidad de katas, en el que participamos en infantil con algunos niños, donde mostramos resultados, que no es lo mismo que estar presencial, pero fue de gran ayuda”, comentó Bethsa Guarín.
En cuanto al proceso hacia los Juegos Nacionales de 2023, justas que se disputarán en el Eje Cafetero, la sensei Guarín explicó que del viejo proceso aún se mantienen Astrid Quijano y Laura Jazmín Aguirre, como referentes y con ellas vienen otras karatecas que pueden dar resultados seguramente.
“Tenemos a Ghisell Hernández, Daniela Silva y con Astrid y Laura es el proceso que estamos trabajando”, comentó Guarín.
Con respecto a qué concepto le dejó la inclusión del karate, por primera vez en los Juegos Olímpicos, tras más de 50 años de espera, la entrenadora consideró que más allá de verlo con sentido deportivo, es más por intereses políticos.
“Creo que en el tema de los olímpicos fue más factor político. En mi opinión los juegos han perdido algo de su esencia, para mí han perdido mucho valor”, sostuvo la entrenadora.
"El karate en estas olimpiadas dejó una imagen excelente, porque se ve el nivel técnico, ha mantenido la kata y el combate y el karateca después de mucho tiempo de practicar los dos, tiene la posibilidad de decidir que modalidad quiere seguir”, analizó la Sensei.