El conflicto de felinos y comunidades que se ha desatado en 17 municipios de los 40 municipios que conforman Norte de Santander, no tiene precedentes en el departamento.

Es una situación que preocupa a las autoridades, pero también a los pobladores, muchos de ellos atemorizados porque dicen sentirse asediados y en peligro de un eventual ataque.

Los hechos en los que se han visto enfrentados felinos y comunidades no son para nada halagüeños para los primeros.

Las cifras hablan por sí solas: el primer caso de un puma asesinado se produjo enero del presente año en Villa Caro. Luego se presentó el deceso de un puma atropellado en el sector La Honda. En Hacarí fue encontrado sin vida otro puma, y en la zona aledaña a Pozo Azul la noticia que estremeció a las autoridades ambientales fue el hallazgo de tres tigrillos muertos.

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El caso más reciente fue el del jaguar asesinado en el municipio de El Tarra.

El hecho es que los casos de enfrentamientos de comunidades y felinos pueden seguir presentándose y es por ello que la Corporación Autónoma Regional para la Frontera Nororiental (Corponor) ha activado las alarmas en el departamento en su misión de proteger a estas especies que habitan los bosques y montañas de Norte de Santander

Por ello, como autoridad ambiental del departamento y articulando acciones con instituciones que forman parte del Sistema Nacional Ambiental, creamos la campaña “En la Piel de Nico”, que busca transmitir a las comunidades del departamento un mensaje educativo para proteger a seis especies de felinos silvestres que habitan en este territorio del nororiente colombiano, dijo el director general de Corponor, Rafael Humberto Camacho.

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“En la Piel de Nico promueve la convivencia armoniosa con la fauna silvestre, en 17 municipios del departamento que de acuerdo con los registros que maneja Corponor, presentan conflicto entre felinos y humanos”, agregó el directivo.

La campaña aborda acciones de comunicación, pero también un componente de educación ambiental muy fuerte en el territorio, trabajando con las comunidades para sensibilizar y reducir la presión que hay sobre pumas, jaguares y tigrillos, argumenta Camacho.

Nico, es un jaguar juvenil, que en la campaña emprende un viaje por los 17 municipios afectados, contándoles a los nortesantandereanos su historia y haciendo un llamado a la coexistencia entre la fauna silvestre y los seres humanos.

Nico, cuenta como el avance de la frontera agrícola y ganadera, la pérdida de bosques y la caza furtiva son las causas que han puesto en riesgo a especies emblemáticas como los jaguares, pumas y tigrillos.

Estos felinos, fundamentales para el equilibrio ecológico al regular poblaciones de herbívoros, se han visto desplazados de sus hábitats naturales, lo que ha generado un aumento en los ataques a animales domésticos en zonas rurales.

La falta de conocimiento por parte de las comunidades sobre el valor ecológico de estas especies y la escasa participación de los entes municipales han agravado la situación, alerta la subdirectora de Recursos Naturales de Corponor, Sandra Milena Gómez Peñaranda.

Municipios de la zona del Catatumbo, de las provincias de Pamplona, de Ocaña y la zona rural de Cúcuta, han registrado incidentes en los últimos años, lo que ha generado un llamado urgente de la sociedad civil para encontrar soluciones efectivas, en las que la institucionalidad y las comunidades trabajen en equipo.

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Corponor como autoridad ambiental ha reportado el avistamiento de al menos 36 felinos en diferentes áreas del departamento, un hecho que refuerza la necesidad de sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de convivir con estas especies. La campaña “En la Piel de Nico” plantea una serie de acciones enfocadas en la educación ambiental, la creación de estrategias de manejo sostenible y el fortalecimiento de alianzas entre autoridades locales, ONG y los campesinos, así como un componente mediático con narrativas multimedia y Storytelling.

“Cada vez que un felino pierde la vida, perdemos una pieza vital del equilibrio natural de nuestros ecosistemas. No es solo una especie la que se ve afectada, es nuestra promesa de un futuro donde humanos y felinos podamos convivir en paz con la naturaleza”, asegura Gómez Peñaranda.

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