Veintiún jóvenes de Ocaña, El Zulia, Chinácota, Ábrego y Cúcuta, en Norte de Santander, se convirtieron en pioneros de procesos de restitución de tierras, que le apuntan a la permanencia en el campo y la autosostenibilidad de sus proyectos productivos.
Los muchachos, quienes son hijos de beneficiarios de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), conformaron un grupo pionero en Colombia enfocado en generar estrategias de complemento generacional, con el fin de robustecer en ellos la semilla de permanencia en el campo y el fortalecimiento agrícola de la región.
Con apoyo de profesionales del Programa de Proyectos Productivos aprendieron a generar abono para sus cultivos en fincas restituidas, con base en la lombricultura, considerada como una materia orgánica utilizando lombrices de tierra que ayudan a mejorar la aireación del suelo, generar nutrientes y transformarse en una dieta alimentaria para gallinas, cerdos y peces, con el fin de fortalecer los proyectos productivos otorgados.
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“Con todo este proceso hemos aprendido a hacer lombricompostaje, porque sabemos que ese insumo a veces se pone muy caro. Este encuentro ha sido una bendición, porque nos enseñan a fabricarlo, a beneficiarse uno mismo y ayudar a quienes lo necesitan en un futuro, creando una estabilidad económica más avanzada”, indicó Dayana Ardila Flórez, beneficiaria de El Zulia.