Tener una alimentación adecuada y, sobre todo, permanente a lo largo del tiempo, parece seguir siendo un verdadero desafío para los colombianos, especialmente, en el marco de la “nueva normalidad” que impone la pandemia. ¿Cómo evitar la desinformación de las dietas mágicas y complementos nutricionales que se venden en redes sociales, muchas veces, sin registro ni respaldo científico? ¿Qué rol ocupa el nutricionista como principal fuente de conocimiento y acciones sostenibles?
La Doctora Ana Marcela Cortés Morales, Nutricionista y Dietista de la red de médicos registrados de la plataforma de Servicios Bolívar, DoctorAkí, nos ofrece consejos prácticos y fácilmente aplicables para hacer de la alimentación un verdadero aliado del bienestar.
Hábitos alimenticios
Según la profesional, existen cinco hábitos alimenticios que facilitan una buena alimentación, especialmente en un contexto como el actual en el que pasamos largas temporadas en casa:
- Tener horarios regulares para la toma de cada una de las comidas: desayuno, almuerzo y cena.
- No realizar actividades paralelas (leer, ver televisión o trabajar en el computador) al momento de consumir los principales alimentos.
- Una correcta masticación evita alteraciones digestivas como: estreñimiento, colon irritable, distensión abdominal y pesadez.
- Ser cuidadosos en las cantidades cuando compramos, preparamos y consumimos un determinado alimento.
- Ser creativo, apoyarse en los profesionales para no consumir siempre los mismos alimentos y variar la alimentación
Al momento de consultarla sobre cómo evitar la desinformación y los malos hábitos acerca de presuntas “dietas milagrosas” que atentan contra la salud, la profesional expresó que “actuar con responsabilidad y cuidado sobre el propio cuerpo resulta primordial. Recomiendo, además, leer la tabla nutricional y la letra menuda de los productos para no caer en estrategias de mercadeo que permiten la venta, pero no consideran la salud del consumidor final”.
Para Cortés, si no se adquiere una disciplina en la actividad física, todo esfuerzo realizado no tendrá el resultado esperado. “Al igual que cuando se construye una casa se tienen en cuenta los cimientos, nosotros nos debemos ocupar de nuestro organismo de manera integral y no solo de la parte exterior”, explicó. Y agregó: “La actividad física es de vital importancia porque favorece el cuidado integral del cuerpo y la mente, evitando el desarrollo de posibles enfermedades, principalmente las de tipo laboral, que pueden ser consecuencia de no realizar las pausas activas”.
DocktorAkí considera que los nutricionistas, como Profesionales de la Salud, cuentan con un rol clave al momento de acompañar a sus pacientes sobre la importancia de la alimentación para evitar la presencia de patologías que llegan como producto de una mala alimentación. Entre las que se encuentran: diabetes, hipertensión, falla renal, obesidad y cáncer, entre otros. Diseñar dietas sin ayuda de un profesional puede generar problemas de salud. Por tal motivo, recomendamos consultar a un especialista.
El llamado es a combinar disciplina, motivación y propósito: “es posible derrotar nuestros malos hábitos alimenticios a lo largo del tiempo. Ser organizados y establecer una agenda diaria para la toma de los alimentos es un primer gran paso”, finalizó la nutricionista.
Por su parte, Laura Mogollón, Directora de DocktorAkí, confirmó que las consultas a los nutricionistas adscritos a la plataforma se incrementaron, en un 800%, con respecto al año pasado. Las principales causas fueron: consumo excesivo de alimentos no recomendados, el sedentarismo y un incorrecto manejo de la ansiedad, entre otros motivos.
Dato curioso
La Sociedad Colombiana de Pediatría, en su publicación Impacto del Aislamiento preventivo en la actividad física diaria y en el peso de los niños durante la pandemia SARS-CoV-2, reveló que el 44 % de los niños en edad escolar subieron entre 1 a 3 kilogramos debido a la inactividad física. Cabe aclarar que, durante la niñez y la adolescencia, se suelen desarrollar las habilidades para aprender conductas saludables orientadas a establecer la base de la salud del adulto, así como la proyección del bienestar asociado a estilos de vida activos y saludables.