Por: Carlos Arturo Martínez García
Director del Instituto Departamental de Salud
Los últimos dos años han estado llenos de retos por la inesperada llegada de la pandemia de COVID-19 que ha volcado múltiples esfuerzos de las autoridades por contener el virus, pero sobre todo de las de la salud.
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Ante este panorama el Instituto Departamental de Salud, con el apoyo de la Gobernación de Norte de Santander, ha realizado todas las gestiones necesarias para adelantar acciones que permitan la contención del coronavirus, entre ellas la expansión de camas UCI de clínicas y hospitales, que actualmente cuenta con 459 camas de cuidado crítico en el departamento, cuando en el mes de marzo de 2020 existían 128, cuya dotación al Hospital Universitario Erasmo Meoz superó los $35 mil millones, recursos aportados por la administración departamental.
Con el apoyo del Gobierno Nacional le apostamos al fortalecimiento del Laboratorio de Salud Pública Departamental para mejorar la capacidad diagnóstica de COVID-19, con una inversión de $1.330 millones aportados por el Ministerio de Salud y Protección Social, una gestión que logramos con trabajo arduo. Aunado a esto, hoy se están realizando pruebas de secuenciación genómica, que permiten identificar la evolución del virus y su estructura con el fin de desarrollar estrategias para hacerle frente.
Acompañamos la entrega de 5 ambulancias a las ESE del departamento en 2020, con una inversión total de $1.600 millones, una realidad gracias al aporte de la Gobernación de Norte de Santander para el fortalecimiento de la Red de Unidades Móviles Medicalizadas del departamento, vehículos que han sido fundamentales en la atención a la población y ha permitido al Centro Regulador de Urgencias y emergencias (CRUE), optimizando su labor para el traslado y ubicación de quienes necesitan de atención médica perentoria.
El CRUE vigila el comportamiento de la ocupación UCI día a día, realizando una distribución controlada de las camas de cuidado crítico y conociendo de primera mano disponibilidad y ubicación. Coordinado por el IDS, se ha fortalecido por la inmediatez de la atención en salud que se ha generado ante la experiencia que hemos vivido por el coronavirus.
El año pasado también pusimos en marcha la Sala SAR, Sala de Análisis de Riesgos, que no ha dejado de funcionar ni un solo día constituyéndose como la principal herramienta para el seguimiento y análisis diario de los casos y desde donde se direccionan las estrategias e intervenciones de vigilancia con todos los municipios del departamento. La inversión fue de $116 millones una contribución de la Gobernación, que junto con el observatorio de COVID-19, que es una realidad bajo la coordinación de la cooperación internacional, con recursos ejecutados por el orden de $99 millones, se estudia el comportamiento y afectación del virus.
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Gracias a este trabajo, el ente territorial recibió un reconocimiento de parte del Instituto Nacional de Salud por la gestión realizada en tiempos de pandemia reconociendo la labor realizada por el personal que trabaja en la vigilancia de la salud pública en tiempos de COVID-19.
Por otra parte, la contingencia migratoria no para, nos llevó a articular un plan de emergencia en salud, con autoridades del nivel departamental y nacional, para la atención en los puentes internacionales donde se realizan de manera diaria tamizajes, consultas y valoraciones, vacunación contra el coronavirus y del esquema regular, remisiones de emergencia y vigilancia a casos de coronavirus y jornadas de afiliación en salud para extranjeros y colombianos retornados, lo que ha permitido que puedan acceder a los servicios de la salud 28.815 migrantes que ahora cuentan con esta posibilidad tras la realización de más de 10 jornadas de aseguramiento con el apoyo del programa Comunidades Saludables de Usaid.
Uno de los retos más importantes que nos trajo este año fue la vacunación contra la COVID-19. No fue fácil iniciar el proceso, pero con el acompañamiento del Ministerio de salud y Protección Social, y el apoyo de las entidades que intervienen en el proceso, hemos avanzado en la inmunización a más del 70% de la población de Norte de Santander, con proyección del 75% al menos con una dosis al finalizar este año.
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Para ello, pusimos en marcha la plataforma Vacunasid, pensada para mantener el control de todo el proceso, desde las dosis con las que se cuenta, las aplicadas por municipios e IPS, etapas abiertas, dosis perdidas y en general una completa vigilancia a la vacunación contra La COVID-19, siendo el único departamento que cuenta con una plataforma tecnológica que proporciona toda la información sin riesgo de equivocaciones.
Por ello, fue posible la puesta en marcha de la vacunación masiva en la región del Catatumbo para combatir el aumento de casos de coronavirus en estos municipios. La jornada inició en Ábrego y Tibú como prueba piloto, seguido de la aplicación de más de 30 mil dosis del biológico en esta densa zona del departamento.
Por otro lado, semana tras semana se realiza el Puesto de Mando Unificado de las autoridades, liderado por el señor gobernador, Silvano Serrano, para analizar el avance del virus y la toma de decisiones que eviten un aumento de contagios y fallecidos, así como la inmunización a la población del departamento y las recomendaciones encaminadas a mantener las medidas de bioseguridad.
Ha sido importante también la salud y bienestar de nuestros niños. No podíamos dejar de lado la vacunación del esquema regular que bajo directrices del Ministerio de Salud, hemos logrado que las coberturas a nivel departamental con corte a octubre de 2021, hayan avanzado en más del 70% en población de niños y niñas.
Nos queda seguir optimizando la vacunación contra el Sarampión y la Rubéola, donde hemos adelantado el 55% de la población susceptible (niños de 1 a 11 años), sacamos al departamento de los registros en rojo a nivel nacional, y luchamos para que los padres y cuidadores se acerquen con los más pequeños a los puntos de vacunación.
Finalmente, no podía dejar de lado el apoyo que hemos recibido de la cooperación internacional, como una gestión que ha sido constante y de una excelente respuesta de las organizaciones. Este año logramos el aporte de 82.720 pruebas de antígeno para COVID-19, donación de equipos para el fortalecimiento del Laboratorio Departamental de Salud Pública, aporte de recursos para contratación de personal, vigilancia en salud pública, aseguramiento al sistema de salud de la población migrante y atención en aportes y donaciones de elementos y equipos técnicos para los procesos relacionados con la situación de coronavirus y la vacunación, entre otros.
Este no es un trabajo que estemos improvisando aun cuando las circunstancias han sido nuevas, nos hemos ido adaptando a ellas y tomando las decisiones que hemos considerado acertadas. Las gestiones más importantes en el sector salud no habrían sido posibles sin el apoyo de la Gobernación de Norte de Santander, en cabeza del doctor Silvano Serrano, quien ha interferido por el mejoramiento de todos los procesos.
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