Más de 286 fábricas de calzados que existen en Táchira se están viendo afectadas por el alto porcentaje de contrabando de calzado que ingresa desde Colombia, puesto que el zapato colombiano llega a un precio por debajo de lo que cuesta producirlo en la región.

Durante una reunión de industriales con el representante de las Zonas Económicas Especiales, el gremio de calzado tachirense manifestó los graves problemas que les está generando el contrabando de este rubro.  Calculan que desde Colombia están ingresando 280.000 pares de zapatos cada mes, a través de las trochas que unen a Táchira con Norte de Santander.

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Cesar García, representante del Conglomerado de Calzado Táchira, explicó que los zapateros venezolanos carecen de materia prima y deben traerla desde Colombia, lo que además implica el pago de matracas en puntos de control. 

El pago de coimas les encarece aún más los costos de producción y a la hora de vender, el producto les resulta más costoso que los pares de zapatos que están trayendo desde el país vecino.

Manifestó que en la región no se necesita que vengan inversionistas en el área de calzado, porque ya hay varias fábricas que poseen maquinaria valorada por encima de los 10.000 dólares, por lo que los fabricantes de calzado de la región consideran que pueden ser competitivos para suplir la demanda nacional como la internacional.

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No obstante, el gremio zapatero del Táchira no está en capacidad de competir con la producción colombiana, en vista que en Venezuela existe un atraso de más 15 años en cuanto a tecnología y maquinaria de este ramo, pero los zapateros venezolanos aseguran que en mano de obra sí están preparados para fabricar calzado para otros países América latina. 

García refirió que el gremio requiere de financiamientos por parte del Estado, a fin de aumentar la capacidad de producción, puesto que ellos ofrecen cerca de 10.000 puestos de trabajo, en donde cada persona gana semanalmente 100.000 pesos, equivalente a unos 202 bolívares.

“Nosotros los empresarios producimos el IVA, los impuestos, muchas personas que traen zapatos importados, sea chino, taiwanés o colombiano, y no da esos beneficios al Estado venezolano, ni siquiera pagan impuestos arancelarios porque los pasan de una forma u otra”, comentó García.

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De 700 fábricas dedicadas a la rama del calzado, se redujeron a 410, y en la actualidad quedan 286, que solo operan entre el 10 y 30 %, debido a la falta de recursos, materias primas y contrabando de zapatos.

El representante del gremio zapatero expuso que la competencia es tan desleal, que saben de empresas que están lavando dinero con el calzado, pues han detectado que algunos importadores traen por mitad de precio los calzados, es decir, un par de zapatos que tiene un valor de 40.000 pesos, es vendido en 20.000 pesos. 

“Hay muchas mafias organizadas que están lavando dólares aquí en Venezuela”, denunció.

“Queremos avanzar, pero con propuestas reales”, añadió Cesar García.

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