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Cuarentena, oportunidad para una mayor armonía familiar
La pandemia de COVID-19 deja un sinfín de retos para la convivencia, según la psicóloga Érika Marcela Correa.
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Keila Vilchez
Keila Vílchez B.
Domingo, 31 de Mayo de 2020

Estar encerrados, sin salir para ningún lado, nos ha permitido vivir momentos duros, pero también instantes de reflexión, de mucha dicha y compenetración familiar.

Desde que suspendieron las clases y con los niños todo el día en casa, empezó el reto de cómo explicarles primero lo que sucedía y luego de entenderlos y aprender cada día más de ellos, porque ahí estuvo el choque, ver que realmente en medio de la rutina diaria, el correr del trabajo y las ocupaciones, desconocemos cómo son nuestros hijos, nuestros seres queridos, aquellos con los que decimos convivir pero que no conocemos”.

El relato de Diana Quintero, habitante de la comuna 10 de Cúcuta, es revelador pero también lleno de muchas enseñanzas y aprendizajes. El aislamiento social y la obligatoriedad de quedarse en casa para evitar la propagación del coronavirus han traído consigo cosas positivas en el núcleo familiar: mejor comunicación, relaciones más cercanas entre los integrantes de las mismas, más tiempo para compartir con los hijos, entre otras.

La profesora de primaria del colegio San José de Cúcuta, casada y madre de dos niños, Isbelia Contreras Forero, indicó que para ella ha sido un reto mantener la armonía en el hogar durante el aislamiento pues debe navegar entre ser mamá, esposa, docente de manera virtual de casi 30 alumnos y los quehaceres de su casa.

“He puesto en funcionamiento tres claves fundamentales en la casa durante el aislamiento; primero, explicarles que todos somos profesionales de la salud en casa y estamos comprometidos para cumplir con las normas y eso hace que seamos la vacuna y el virus sea detenido; segundo, que nuestro hogar sea una especie de hospital que cumpla con todas las condiciones de higiene y donde tenemos que cuidarnos de cualquier riesgo de contagio; y tercero, y lo más importante no perder la esperanza de que vamos a salir de esta noche oscura y llegará el día que podamos ver claridad”, detalló.

La docente manifestó que es importante generar actividades dentro de la vivienda, pausas de reflexión, establecer agendas, compartir los gustos de los otros y haya la repartición de espacios dentro de la casa para los niños, jóvenes y adultos para la ejecución de las actividades diarias particulares.

Érika Marcela Correa, psicóloga de la Secretaría de Equidad de Género, explicó que la pandemia deja un sinfín de retos para la convivencia.

“En el día a día las personas están la mayor parte del tiempo, fuera de sus hogares y es poco lo que comparten con quienes viven. Hay personas que viven juntas, pero como cada uno vive su propio afán, ya sea en su estudio, en su trabajo, en su mundo, no se conocen realmente”, dijo.

La especialista detalla que pasar a compartir tiempo de forma obligatoria es inducir a los seres humanos a necesariamente idearse estrategias para mantener una sana convivencia para mejorar la comunicación, el respeto por los espacios del otro, la distribución de las tareas dentro del hogar, la creación de rutinas o cronogramas del tiempo con las actividades que se deben hacer para que el tiempo alcance y así cumplir los compromisos.

En el ámbito familiar, refiere Correa, es momento de escuchar testimonios de las madres y de los padres cuando tienen hijos menores de edad y empezar a descubrir que la pena escuchar a sus hijos.

“Conocer el gusto por sus comidas, sus programas favoritos, establecer un diálogo para conocer cuáles son esas frustraciones que tal vez generan malestar en los niños, niñas o adolescentes de este hogar en el ámbito educativo con sus compañeros o amigos”, especificó.

Sobre esto en particular, Diana Quintero dijo que se sorprendió con lo que llegó a conocer de su hija, de 11 años, estando en medio de esta cuarentena.

“Siempre pensé que a ella le gustaba que la llamara beba, pero en estos días conversando me pidió que por favor no la llamara así porque nunca le había gustado. Fue un frenazo en seco para mí, porque por mucho tiempo le llamé así, incluso, delante de sus compañeros de estudio, pero tuve que asumirlo y decirle que yo no lo sabía, pero que de ahora en adelante considerando su sentir no la volvería a llamar de esa forma”, detalló la cucuteña.

Según Correa, los padres manifiestan que cuando se involucran en los juegos de sus hijos vuelven a ser niños y los llena de felicidad. “Así que el confinamiento no sólo es estrés, sino también da tiempo para generar un estado de placer”, dijo.

La psicóloga Diana Barinas Ramírez, de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), indicó que la cuarentena es una oportunidad valiosa para reencontrarse como familia.

“Si bien es cierto que en estos espacios estamos viviendo momentos y episodios de estrés, ansiedad, depresión, que son normales en estos procesos de aislamiento social, también es una magnífica oportunidad para fortalecer nuestra convivencia familiar generando unos espacios de reconocimiento y reencuentro con los distintos miembros de nuestras familias”, señaló.

Sin embargo, especificó que a pesar de que no existe una ruta o una receta establecida para lograr construir relaciones en los hogares que permitan tener dinámicas adaptativas. “Pero sí podemos recurrir a esas cualidades, virtudes, competencias que nos hacen ser la familia y que nos unen”.

La especialista de la UFPS enfatizó que hoy más que nunca debe cobrar valor el trabajo en equipo, la solidaridad, el respeto, la compasión entre los miembros de la familia.

“Identificar qué unidos somos más, que somos un núcleo, que somos el primer núcleo en nuestra sociedad, es donde se fortalece los valores y lazos duraderos”, explica Barinas.

La directora del programa de psicología de la Universidad Simón Bolívar (Unisimón), Vivian Vanessa Arenas, señala que la familia moderna, que ya venía en crisis, evidenciándose en las altas tasas de divorcios, separaciones, violencia intrafamiliar y ahora puede aprovechar este espacio obligatorio que está dando el aislamiento social por la pandemia.

“Antes no había ese espacio para recuperar la vida en familia por los quehaceres propios de cada integrante familiar. Hay que tratar de recuperar la comunicación, es decir, preguntarnos cómo nos sentimos cada uno de los integrantes de esa familia, cuáles son los retos que vamos a asumir, qué fortalezas tengo”, explica la profesional.

Arenas revela que para los hijos es importante sentirse involucrados. “Mantener conversaciones de lo que está pasando y esos miedos, hablar de los sentimientos hace y permite que los hijos sientan mayor seguridad de ellos mismos”.

La especialista hizo un llamamiento a los padres a dejar a un lado frente a los integrantes más pequeños y adultos mayores de la familia las noticias negativas en torno a la pandemia.

Además, enfatizó que es necesario dejar a un lado, por buen tiempo durante el día, las pantallas electrónicas y permitirse con los seres queridos establecer contactos visuales, así como recuperar hábitos perdidos que entrelazan a los integrantes de este núcleo.

Resaltó que son importante esas conexiones que se están dando con los familiares que no están tan cercanos en lo geográfico. Sin embargo, destacó un aspecto fundamental: “en este momento lo importante es poder aprender”.

Resaltó la necesidad de aprender valores como la empatía y la solidaridad, no solo con los integrantes de la familia sino con los otros.

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