La mexicana Esmeralda Solís, de 20 años, fue coronada como reina de belleza en su natal Valle de Guadalupe en 2016, pero hace un mes decidió dejar a un lado ese mundo y se internó en un convento de Cuernavaca para convertirse en monja.
La Agencia Católica de Informaciones (ACI) aseguró que su historia se hizo viral gracias a una publicación en la página de Facebook de Miss México.
Solís conoció a las misioneras clarisas hace unos cinco años, cuando tenía 14 años, ahí despertó su inquietud “por medio de jornadas vocacionales, misiones y campamentos”.
“Realmente no se sabe qué es la vida religiosa hasta que se está dentro. Hasta ahora he logrado ver desde otra perspectiva lo que es el mundo y lo que te ofrece. Yo era muy feliz con todo lo que tenía, pero no se compara con la felicidad que Dios coloca en mi corazón ahora”, dijo en una entrevista a la ACI Prensa.
La joven nació el 12 de abril 1997 en Valle de Guadalupe, Estado de Jalisco, en una familia católica.
Las misioneras trabajan en clínicas y dispensarios, catequesis, grupos de jóvenes, guarderías y colegios, residencias universitarias, casas de ejercicios espirituales, misiones, entre otros. Están presentes en México, Costa Rica, Argentina, Estados Unidos, España, Italia, Irlanda, Rusia, Japón, Corea, Indonesia, Sierra Leona, Nigeria, Vietnam e India.
Con información de Aciprensa.com