La pérdida de hielo marino está provocando efectos catastróficos entre las colonias de pingüinos emperador en la Antártida y un fracaso reproductivo sin precedentes, y las predicciones apuntan que más del 90 por ciento de las colonias estarán casi extintas a finales del siglo.
Investigadores del British Antarctic Survey publicaron hoy los resultados de un nuevo estudio sobre las colonias de pingüinos emperador en Nature Communications Earth & Environment.
Los pingüinos emperador, endémicos de la Antártida, dependen del hielo marino estable que está firmemente adherido a la costa durante la mayor parte del año, desde abril hasta enero.
Una vez que llegan al sitio de reproducción elegido, los pingüinos ponen huevos en el invierno antártico -de mayo a junio- y los huevos eclosionan después de 65 días, pero los polluelos no empluman hasta el verano, entre diciembre y enero.
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Los científicos que han participado en este estudio corroboraron que a principios de diciembre de 2022 la extensión de hielo marino -el que está pegado a la costa- había alcanzado el mínimo anterior, que se había registrado un año antes, y que la pérdida más extrema se observó en la región central y oriental del Mar de Bellingshausen, al oeste de la Península Antártica, donde esa capa desapareció por completo en noviembre de 2022.
“Nunca hemos visto que los pingüinos emperador no se reproduzcan, a esta escala, en una sola temporada. La pérdida de hielo marino en esta región durante el verano antártico hizo muy poco probable que sobrevivieran los polluelos desplazados”, manifestó el autor principal del estudio, Peter Fretwell, en una nota difundida por el British Antarctic Survey.
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Los investigadores incidieron en que los pingüinos emperador son muy vulnerables en un clima más cálido, y en que las evidencias sugieren que los eventos extremos de pérdida de hielo marino como este van a ser cada vez más frecuentes y generalizados.
Los datos de la publicación reflejan que desde 2016, la Antártida ha registrado los cuatro años con las extensiones de hielo marino más bajas en el registro satelital en 45 años, y que entre 2018 y 2022, el 30 por ciento de las 62 colonias de pingüinos emperador conocidas en la Antártida se han visto afectadas por la pérdida parcial o total de hielo marino.
Estos pingüinos han respondido antes a fenómenos como la pérdida de hielo marino trasladándose a sitios más estables al año siguiente, pero los científicos creen que esta estrategia no les va a funcionar si se ve afectado el hábitat del hielo marino en toda la región.
Las poblaciones de los “emperador” nunca han estado sujetas a la caza a gran escala, la pérdida de hábitat, la pesca excesiva u otras interacciones antropogénicas locales en la era moderna, por lo que los científicos corroboraron que el cambio climático es el único factor importante que influye en su cambio de población a largo plazo.
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Así, las predicciones apuntan un panorama “sombrío”, ya que si persisten las tasas actuales de calentamiento, más del 90 % de las colonias estarán casi extintas a finales de este siglo.
Las cinco colonias de pingüinos estudiadas fueron descubiertas en los últimos 14 años utilizando imágenes satelitales, y se localizan en la isla Rothschild, la ensenada Verdi, la isla Smyley, la península Bryan y la punta Pfrogner, y los científicos han demostrado que las cinco colonias regresan al mismo lugar cada año para reproducirse, y que solo se había registrado un caso anterior de “fracaso” reproductivo, en la península de Bryan, en 2010.
“En este momento, en agosto de 2023, la extensión del hielo marino en la Antártida todavía está muy por debajo de todos los registros anteriores para esta época del año; En este período en el que los océanos se están congelando, estamos viendo áreas que todavía están, sorprendentemente, en gran parte libres de hielo”, señaló en el comunicado difundido hoy la investigadora del BAS Caroline Holmes.
Y en el mismo sentido, el investigador Jeremy Wilkinson aseveró que el estudio “revela dramáticamente la conexión entre la pérdida de hielo marino y la aniquilación del ecosistema. El cambio climático está derritiendo el hielo marino a un ritmo alarmante”, y alertó: “es otra señal de advertencia para la humanidad de que no podemos seguir por este camino; los políticos deben actuar para minimizar el impacto del cambio climático. No queda tiempo”.
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