Fuerte rechazo ha generado la actitud del embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, quien participó en una marcha en apoyo al régimen de Daniel Ortega en ese país y lo hizo portando símbolos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

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De hecho, fue entrevistado por un canal de televisión de ese país donde manifestó que “esto es admirable… lo que he sentido desde el 30 de septiembre que llegué a Nicaragua. Es un pueblo alegre, bonito, amable y sobre todo un pueblo que está convencido de su revolución. Esta conmemoración de este 7 de julio es maravillosa”.

Sin embargo, tal pronunciamiento llega en un momento tenso, pues este 13 de julio se espera el fallo de la Corte Internacional de Justicia que resuelva la demanda de Nicaragua contra Colombia en la que reclama una plataforma continental extendida.

Por tanto, trascendió a medios de comunicación que la Cancillería citó a Muñoz, quien ahora tendrá que presentarse en Bogotá para dar explicaciones.

Vale resaltar que en meses anteriores este mismo Ministerio había rechazado los “dictatoriales procederes de quien hace traer a la memoria los peores momentos de la dictadura de Atanasio Somoza que el sandinismo logró superar”, refiriéndose a Ortega.

La respuesta de Muñoz 

Luego del escándalo, el embajador publicó un comunicado en sus redes sociales en el que justificó sus acciones, afirmando que “el relacionamiento del embajador, con el Gobierno de Nicaragua, debe ser estratégico para poder llevar a cabo la mejor representación de Colombia, la cual tiene que dejar de ser vista únicamente como un símbolo o una figura decorativa”.

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De hecho, citó al presidente Gustavo Petro, quien según él ha señalado que “la diplomacia del Gobierno del Cambio debe ser una diplomacia franca, mirando directamente al otro, simpatizando con el otro para lograr los objetivos que como embajador es mi obligación cumplir”.

Luego, procedió a enumerar una serie de logros suyos en el cargo y resaltó que es su obligación “participar en reuniones y/o actividades importantes para el Gobierno sandinista, ya que debo hacer presencia estratégica para cuidar los intereses nacionales de Colombia en Nicaragua. Esto más allá de las estrategias jurídicas en La Haya o en los organismos multilaterales”.

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