Yamari Osorio Membache murió este miércoles. No pudieron contener el vómito y la diarrea que aquejaba a esta niña indígena de 6 años del resguardo Unión-San Cristóbal, en Istmina, Chocó.
La pequeña Yamari fue la última, de 11 niños que han muerto en Itsmina, a causa de un virus que aqueja al resguardo Unión de este municipio chocoano.
“Si no hay una brigada de salud urgente, vamos a seguir derramando lágrimas de las madres”, relató Victor Carpio Conquista, Comisionado de Derechos Humanos para los Pueblos Indígenas de Chocó.
La situación ha sido catalogada como grave por las autoridades indígenas. Desde el 22 de diciembre, cuando falleció Eder Yadan Pizario Abadía, de 4 meses, se ha reportado el deceso de 11 menores.
“La epidemia no para. En la última semana 108 niños han sido atendidos porque presentan esta gripa con síntomas como fiebre, vómito y diarrea”, cuenta el líder Carpio Conquista.
En la tarde de este miércoles 12 de enero las autoridades locales y nacionales prometieron hacer una brigada de salud en el territorio para frenar la muerte de estos menores.
El inicio de esta problemática viene desde el pasado 19 de septiembre. Ese día cerca de 100 armados de las Autodefensa Gaitanistas de Colombia (AGC) generaron el desplazamiento forzado de 868 indígenas.
Las víctimas alcanzaron a huir y pidieron refugio en la comunidad de Puerto Olave, ubicada en el corregimiento de Potedó en Istmina.
“Desde que se desplazaron empezamos a exigir la atención por parte del Estado. Pero eso no ha pasado. La comunidad receptora no tiene nada que ofrecerle a los compañeros desplazados y hoy vemos el desbordamiento para atender la salud y la alimentación”, explica Carpio.
Desde la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), clamaron por la atención en salud de estos niños y pidieron que se les garantice el retorno a los territorios a las familias desplazadas desde septiembre pasado.