Samantha Saray Álvarez, de cinco años, murió trágicamente en un centro comercial de Bogotá. Lo que en principio era una simple salida para retirar dinero de un cajero automático, terminó convirtiéndose en un episodio fatal para una familia ecuatoriana, que ahora llora la muerte de su pequeña en hechos tan absurdos como lamentables.
La menor falleció cuando un vidrio de aproximadamente tres metros se desprendió de un almacén justo en el momento en que ella pasaba por el lugar. Su mamá, que iba unos segundos más adelante, salió ilesa.
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Samantha quedó tendida en el piso con el enorme vidrio sobre su cuerpo. La reacción de los presentes fue inmediata y, entre varios, lograron retirar el pesado elemento. Sin embargo, debido a la gravedad del golpe, la niña lamentablemente falleció.
La causa: trauma craneoencefálico severo
El drama para esta familia es incalculable y, en el aire, sigue estando la pregunta: ¿quién debe responder por el fatal accidente?
Al respecto, el abogado Francisco Bernate analizó la situación y destacó que, aunque a todas luces se trató de un accidente y no de un hecho con implicaciones criminales, el almacén donde estaba instalado el vidrio deberá ser el primero en rendir cuentas.
“El vidrio que cae es de un almacén. Entonces, ahí tendríamos que mirar varias cosas. La primera es si estaba correctamente instalado. Tal vez lo más importante aquí es verificar si de manera periódica se hacían controles de calidad, porque pueden estar perfectos al inicio, pero con el paso del tiempo se deterioran. Eso tendrá que evaluarse”, afirmó.
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El abogado aclaró, no obstante, que la familia de la menor tiene derecho a reclamar, si así lo desea, una millonaria indemnización por la muerte absurda de su pequeña.
“Estamos hablando de una cuestión indemnizatoria, no de una cuestión criminal, salvo en el evento improbable de que alguien hubiera dejado ese vidrio mal ubicado y luego se cayera, pero claramente no creo que sea la hipótesis. Todo apunta más bien a un descuido, a una negligencia, y en cualquier caso esta familia tiene todo el derecho a ser reparada por esta situación tan terrible”, dijo el jurista.
Por las circunstancias del accidente, la investigación deberá ser adelantada inicialmente tanto por el centro comercial como por la Alcaldía de Bogotá.
“En primer lugar, el propio centro comercial debe realizar una investigación interna, al igual que el almacén involucrado. Eventualmente, la Alcaldía de Bogotá también participará. No es un asunto de naturaleza criminal, aunque la Fiscalía determinará las causas de la muerte y hasta qué punto pudo haber negligencia o descuido. Incluso la familia podría adelantar su propia investigación”, explicó.
Por el momento, el centro comercial informó que ya se encuentra investigando lo ocurrido para determinar si el vidrio estaba mal colocado o cuál fue el motivo de su desprendimiento.
Algunos comentarios sugieren que la menor estaba empujando el vidrio o que se había recostado sobre él. Sin embargo, varios testigos aseguran que la niña simplemente iba pasando por el lugar cuando ocurrió el fatal accidente.
“Yo estaba aquí en la tienda y vi cuando el vidrio le cayó encima a la niña. Salimos corriendo y cuando llegamos vimos que había personas tratando de levantar el vidrio, pero ya no había nada que hacer. La gente empezó a gritar, la mamá de la niña estaba alterada al ver a su hija tirada en el suelo y llena de sangre. Todo el mundo empezó a gritar y a correr por todos lados, llamando a la Policía y a la ambulancia”, dijo un testigo a Noticias Caracol.
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