“Si es el caso, si mi hijo cometió alguna conducta o comportamiento inadecuado, se juzgue y se castigue. Lo digo como padre de familia, no voy a permitir ningún hecho y mucho menos lo voy a ocultar, como policía, como colombiano”.

De esta manera, el general William Oswaldo Rincón Zambrano, Inspector General de la Policía, se pronunció por primera vez sobre el asesinato de su hijo de 21 años, Juan Felipe Rincón Morales, perpetrado el pasado domingo en el barrio Quiroga, de Bogotá.

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Durante el funeral, el alto oficial habló ante las cámaras del noticiero RCN, y pidió a los involucrados “que permitan que las autoridades correspondientes hagan las investigaciones como deben de ser, con la debida diligencia”.

El homicidio ocurrió durante una discusión con varios vecinos del citado barrio. La información preliminar señala que algunas familias le reclamaron al muchacho porque sostenía presuntas relaciones abusivas con dos menores de ocho y 15 años, residentes en el sector.

A Juan Felipe Rincón lo acompañaba un escolta policial, el cual estaba armado, y se presentó en el tiroteo en el que murió el muchacho y otros dos civiles quedaron heridos.

Los vecinos aseguran que el agresor fue el escolta, pero este les informó a los superiores que el homicida fue uno de los vecinos involucrados, quien salió herido y posteriormente fue detenido como sospechoso de accionar un revólver.

La Fiscalía decomisó tanto el revólver del vecino como la pistola del policía, para hacer el respectivo peritaje y determinar quién mató al joven.

La familia del civil lesionado y capturado afirmó que el hijo del general Rincón había salido la noche anterior con la menor de 15 años, y que ella amaneció con él, información que fue corroborada por el propio oficial.

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“Fui informado por los celadores del edificio que la joven había salido por más de dos meses con mi hijo, que lo frecuentaba ahí mismo en el apartamento, y esa misma noche se hospedó allá en el apartamento donde él vivía”, dijo el general Rincón, añadiendo que desconocía que se trataba de una menor de edad.

También han salido a la luz pública chats de redes sociales entre su hijo y la niña de ocho años, en los cuales hay intercambio de fotos íntimas y conversaciones pasadas de tono.

Como el hecho involucra a un escolta policial, la investigación también compete a la Inspección General de la Policía, que lidera el papá del finado, lo cual lo deja en una posición comprometedora.

Aún así, afirmó que “no tengo odio con nadie, soy simplemente un colombiano y le sirvo a Colombia”.

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