En tal fecha se cumple un año desde que Rusia iniciara su ofensiva bélica contra Ucrania.Los relatos recuerdan que pocos minutos antes de las seis de la mañana del jueves 24 de febrero, el presidente ruso anuncia una “operación militar especial” en Donbás. Solo unos minutos después del discurso, emitido en todos los canales estatales rusos, se registran fuertes explosiones en varios puntos del este de Ucrania; incluso en Kiev, la capital. Rusia inicia su ataque contra Ucrania desde el norte, este y el sur. Moscú defiende que es una operación para “desmilitarizar” el país vecino, sin pretender la ocupación, afirma.
Se creyó -equivocadamente- que el conflicto sería breve y de corto alcance. Hadurado muchomás tiempo del previsto y además se haextendido por toda Ucrania, dejando una secuela de miles de muertes de soldados (de lado y lado) y de población civil, así como una destrucción de la casi totalidad de la infraestructura con la que contaba dicho país, que no era poca si consideramos que su nivel de desarrollo era medio alto.
Pese a las sanciones y condenas de la comunidad internacional, en particular de la Unión Europea y Estados Unidos, la invasión rusa continúa. La verdadera intención de Putin era derrocar al actual presidente, Zelenski y ocupar todo el territorio ucraniano. El asedio sobre las grandes ciudades no cesa y los heridos y fallecidos se cuentan por miles y por millones los desplazados y refugiados en este año de conflagración.
Es del caso recordar para explicarse este drama humano, que la tensión aumentó, cuando Rusia reconoció la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, situadas en la zona conocida como el Donbás, hasta ese instante en Ucrania.Es precisamente esta última zona, una de las claves del conflicto. Allí había una guerra civil latente con enfrentamientos permanentes entre ucranianos y prorrusos, lo que hacía que la convivencia fuera casi imposible.
El conflicto se origina hace más de 30 años, cuando en 1991 se disuelve la Unión Soviética y sus territorios se convierten en repúblicas independientes. En este punto entra a jugar un rol relevante la OTAN, organización interesada en acrecentar sus membresías, lo cual va logrando de manera paulatina, y que como secuela de este conflicto suma entre sus miembros a Ucrania, Suecia, Finlandia y Serbia, implicandoello una pérdida neta para Rusia y su “seguridad”, siendo probablementeesta, una de las principales razones para la prolongación de este sangriento conflicto.
Veintitrés años después del fin de la URSS, en marzo de 2014 el Parlamento de Crimea y el Consejo de la Ciudad de Sebastopol se auto declaran independientes después de celebrarse un referéndum, que preveía la incorporación de ambos a Rusia como federaciones. Dichos territorios eran dos divisiones subnacionales de Ucrania, pero se unificaron para formar la República de Crimea. Esta es una zona estratégica, pues es la salida de Rusia al Mar Negro que perdiera tras la Segunda Guerra Mundial, y que siempre tuvo como objetivo recuperar. Acá encontramos otra explicación geoestratégica para esta guerra de ocupación.
En el trasfondo de esta crisis, está la negativa rusa a aceptar el acercamiento de la OTAN y de la Unión Europea a Ucrania, a la que Moscú considera parte de su identidad y de su espacio de influencia, y cuyo control juzga vital para su seguridad. Putin ha afirmadoque ambos países conforman “un solo pueblo”, faltando para que ello sea así, que los ucranianos lo deseen y actúen en consecuencia. Mientras ello no ocurra seguirá esta disparatada y condenable guerra, como lo es toda guerra.