Ese es uno de los slogan de la campaña del candidato a la gobernación William Villamizar, quien pretende llegar por tercera vez a dirigir la región. Eso del amor y el poder, son impulsos o pasiones que frecuentemente se traicionan, o se utilizan expresiones vagas y engañosas, como “amar a nuestra gente”, pero con un propósito oculto y mezquino: seguir enriqueciéndose y apoderarse de los dineros públicos al precio que sea. Que manera de amar una región. Ejemplos de excesos del poder en la historia sobran, y solo basta recordar aquella familia en el siglo XVI en Roma, Los Borgia, en la que el papa Alejandro VI utilizaba a su hermosa hija Lucrecia casándola con uno u otro, para acomodar sus oportunidades políticas. Uno de los grandes interrogantes de la historia va más allá, la de si el propio padre de Lucrecia y Papa de la Iglesia de Roma estaba enamorado de su hija y llegó a tener relaciones con ella. Esa es la historia, el padre utilizaba inescrupulosamente a su hija, igual que ahora aquí cuando se expresa “
Amar a la gente”. Hoy un grupo político que se ha tomado el poder de la gobernación por más de 15 años, pretende engañar una vez más a la región y lo que buscan en realidad es seguir saqueando inescrupulosamente los recursos públicos como el último contrato del Faro del Catatumbo en el que están comprometidos más de 300 mil millones de pesos. La gente está hastiada de tanta corrupción, debemos rescatar nuestra dignidad, lo podemos lograr el 29.
Y ahí volvemos a lo que he escrito en estos días: hace 4 años, de un censo electoral en el departamento de 1.047.940 ciudadanos, votaron 532.000. Es decir, hubo una abstención cercana al 50%. En esas elecciones, muchos ciudadanos fueron a las urnas y ya expresaban su rechazo con este grupo que ha hecho tanto daño. Hubo 108 mil votos en blanco, y 75 mil votos no marcados, es decir, gente que entró al puesto de votación y muchos de ellos votaron por la alcaldía, pero no marcaron para la gobernación; Es decir, hace 4 años ya el malestar de la gente era muy grande, hubo cerca de 200 mil votos protesta. Hoy, a 15 días de las elecciones podemos lograrlo, pero ese propósito electoral va a depender de la organización, apoyo, y especialmente de entender las cifras que muestran que es muy probable ese propósito si movilizamos a los abstencionistas y al voto protesta que está ahí, muy cerca.
Hay momentos en la vida en que una sociedad debe tomar decisiones valerosas, que la dignifiquen. Seguramente fue lo que hizo Evita Duarte de Perón en 1955 en Argentina – ella sí amaba de verdad a su gente, a “Los descamisados”, a los pobres - nunca los robó, y por eso volvió a llevar a Juan Domingo a la presidencia. Una bella lección de amor y poder. Muchas cosas de esas pensaba el viernes pasado en el aeropuerto de Bogotá cuando empezaba a escribir esta columna, y entendía que hoy en día el tema del departamento es rescatar la dignidad, que no podemos cohonestar y quedarnos de brazos cruzados, de manera pasiva, esperando a ser testigos una vez más de ver como se vuelvan a robar el departamento como ha ocurrido en los últimos 15 años. Ética y poder, de eso se trata, era lo que pensaba en el avión y se lo comentaba a mi vecina de viaje, una jovial funcionaria de Naciones Unidas mientras el avión intentaba por tercera vez hacer su aterrizaje.
Y ahí si como dice el slogan, pero aquí con un propósito decente, por amor a nuestra gente, por dignidad con el departamento, por las nuevas generaciones, por nuestro deber como padres de construir una región decente y mostrarles a nuestros hijos una región con posibilidades, salgan a votar por el voto en blanco a la gobernación. No más corrupción en la gobernación.