Hay quienes inventan la manera de convertir lo bueno en malo, transforman lo blanco en negro y utilizan el progreso en sus intereses personales. Son los enemigos de la paz, del avance de la humanidad y logran lo imposible: dañar los adelantos modernos y hacernos retroceder a la edad de los dinosaurios.

Últimamente hemos sufrido las consecuencias de esta modalidad de reverso: uno de los magníficos inventos de la era moderna está afrontando la embestida de los cavernícolas, que descubrieron la manera de borrar los beneficios del internet, la conexión de Colombia con el mundo, que es hoy usada para fomentar bajos instintos.

La historia de la humanidad está llena de ejemplos al respecto. La pólvora ha sido usada para saquear las riquezas de muchos pueblos y los aviones sirvieron para destruir países, ciudades y pueblos. Personaje de extrema derecha intentó quemar la memoria de los colombianos: incineró una pira de libros, siguiendo el ejemplo de sus copartidarios, los nazis, con el fin de impedir la lectura de la historia y de la literatura. Y mantener al pueblo en la ignorancia.

Ahora estamos sufriendo la embestida de unos tramposos, que lograron torcer los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos y se preparan para repetir esa ‘’hazaña’’ en Colombia. Ya pudieron derrotar el plebiscito sobre la paz, sabotearon el apoyo a la campaña del Teletón y promovieron saqueos a varios almacenes, de propiedad de la guerrilla. Y sus inventores alistan armas para cambiar el resultado de   nuestras próximas elecciones.

No es un arma inofensiva. Diariamente se transmiten por las redes todo tipo de mentiras que tienen inconfesables propósitos. Se riegan versiones sobre todos los temas, incluyendo amenazas y falsas noticias.

Algo que es muy bueno, como lo comprueban los estudiantes que no tienen necesidad de visitar las bibliotecas,  es usado para mentir, engañar y estafar. Sobre todo para divulgar calumnias y hasta para seducir niños que caen en las trampas tendidas por los pedófilos. Es tan grave la situación que las empresas de internet están estudiando la manera de ponerle coto al abuso de los internautas, sin caer en el pecado de establecer la censura.

El mal uso de los adelantos no es moda reciente. Es tan viejo como la humanidad. Pero se necesita ponerle coto, pues puede conducirnos a situaciones que no quiero  imaginarme.