Cúcuta viene presentando cambio favorable en el arreglo de los parques, que le dan una imagen positiva a la ciudad.
Sin embargo, cabe anotar que no basta el simple arreglo, sino también conservarlos, cuidarlos, regar las plantas ornamentales, mantener el piso limpio, mas, si se usan pinturas de colores que le dan mejor presentación a ellos.
Lo anterior, pues, es lamentable el aspecto que presenta en la actualidad El Malecón, donde se robaron un número aproximado de 100 lámparas, quedando un amplio sector a oscuras en horas de la noche.
No es un trayecto corto, fue uno de por lo menos 7 cuadras, lo que implica que para bajar las lámparas, para que no se deterioraran las mismas, debió ser con un equipo de varias personas, que teníam debidamente analizado el sector, la vigilancia si es que la hay, en horarios nocturnos. La forma en que se realizaría ese hurto, implementos para alcanzar las lámparas, en fin, un estudio detenido del lugar.
Lo anterior aunado a la falta aparente de control, deteriorando grandemente El Malecón, que es un sitio sagrado de esparcimiento para los ciudadanos del común sitio de presentación de la ciudad.
Igual suerte ha corrido la Avenida del Rio, que está con maleza en varios sectores, denotando falta de mantenimiento, abandono de varias bancas, deterioro elevado del piso, en fin, se nota que no hay un ente encargado de mantener en óptimas condiciones los parques y sitios turísticos.
Otro aspecto que vale la pena resaltar, es que se han colocado cubiertas a muchos escenarios, en algunas canchas, con lo que se supone puede practicarse más comodamente el deporte bajo esa protección fundamental para los deportistas. No obsta esto, para señalar que debe hacerse esa cubierta más larga, por lo menos más de un metro, para evitar que cuando llueva se inutilice la cancha por quedar mojada con el riesgo natural para los deportistas.
Más, cuando, los parques son utilizados por deportistas, niños en los juegos para ellos, razón de más para conservar adecuadamente el lugar, con vigilancia, ya que sabido es que los vendedores de drogas llegan a esos sitios en motos y cumplen su cometido, ante la falta de vigilancia.
La seguridad en esos sitios de esparcimiento es fundamental, de forma tal, que vale la pena tener en cuenta esas sugerencias para mejorar ese servicio a los residentes en zonas adyacentes a ellos. Que los utilizan para trotar o caminar o pasear los niños.