El jueves 7 de febrero cuando el reloj marcaba las 10:40 de la mañana, en pleno centro de nuestra ciudad se originó un tiroteo debido al frustrado fleteo a una ciudadana que acababa de retirar dinero de una entidad bancaria, gracias a la oportuna acción de la Policía Nacional. 

Según la noticia y las imágenes publicadas, se trató de un delincuente que se movilizaba en una motocicleta de bajo cilindraje, el cual portaba un revolver para cometer el robo, aunque a decir verdad, sucedió un verdadero milagro, habida cuenta que según el relato de un testigo se escucharon al menos doce detonaciones y tan solo salió herido el hampón.

Las matemáticas no fallan, porque si la Policía impactó en tres oportunidades al presunto ladrón que portaba un revolver calibre 38 corto con seis proyectiles (máximo) y pensando que el delincuente los utilizó todos, ¿qué se hicieron las otras tres o más balas? ¿La autoridad disparó al aire consciente de que es una hora de alto flujo vehicular y peatonal? ¿Hay reporte de personas heridas por balas perdidas a esa hora de la mañana?

Ese mismo día a las 4:50 de la tarde, en Medellín, mientras conducía un vehículo de su propiedad, una bala perdida acabó con la vida del conocido artista Fabio Legarda. A la fecha, la investigación está orientada hacia un escolta que en defensa personal, activó su arma, seguramente en varias oportunidades, sin el dolo del destino de los disparos que no dieron en su totalidad en el blanco de sus atracadores y por eso, uno de ellos se alojó en la humanidad del cantante. 

En Floridablanca (Santander), a las 8:30 de la noche, cuando el día terminaba, la tristeza inundó el hogar de una menor de edad, que se encontraba en un polideportivo; falleció al ser impactada por un proyectil de origen desconocido y los más triste del asunto es que la familia debió recurrir a una colecta para los gastos del sepelio y en cuanto a la investigación, la Policía solo ha identificado al autor de la balacera.

Los tres hechos sucedieron en ciudades diferentes y móviles similares para los dos primeros, toda vez que para el caso de la niña, no hay mayores avances en la investigación. Los tres hechos no son nuevos, por el contrario se percibe que están en aumento. Los tres hechos impactaron seriamente a la ciudadanía, en especial a la residente en nuestra ciudad al carecer de un censo de los vehículos con matrícula extrajera que transitan de un lado a otro, dificultando la acción  de la autoridad y facilitando al hampa su actuar delictivo.

El caso del porte de armas tiene doble filo, porque si es utilizada en defensa propia, el proceso para demostrarlo es dispendioso y costoso. En cuanto a su uso por parte de la fuerza pública, deben ajustarse los procedimientos que definan en qué momento puede activar el gatillo y no empezar a disparar sin medir consecuencias como resultado de los nervios y regular puntería, que entre otras cosas, me enteré que los ejercicios de polígono se realizan tan solo dos veces al año.