Mi siempre recordado pontífice:
No lo vi a usted en Qatar y se me hizo raro que no estuviera con la hinchada de Argentina en la guachafita que acostumbran ustedes a formar con los triunfos futbolísticos. Seguramente sus oficios religiosos y administrativos le impidieron viajar por lo menos a la final.
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Yo tampoco fui, por la ausencia de Colombia, de modo que no tenía ningún motivo especial, además de la escasez de dólares que están al vaivén de los gobiernos.
Yo pensaba, si usted decidida viajar a Qatar, pegarme la subidita hasta allá para que habláramos de muchas cosas, que hace tiempo no compartimos.
Fue una lástima no haber ido porque nos perdimos ese majestuoso espectáculo que dieron los equipos de Francia y Argentina jugando como se juega futbol, como lo jugaba usted en el San Lorenzo ¿recuerda? A quienes nos gusta el deporte de tirarle pata al balón, como usted y como yo, disfrutamos de las gambetas y goles de Messi y Mbappé. Me lo imagino a usted, brincando, con una copa de vino sagrado en la mano, gritando goooool y echando bendiciones en lugar de los madrazos que todo el mundo echa.
Me lo imagino orándole al mismo Dios que hizo posible el gol de Maradona en la copa del mundo de 1986 (la famosa mano de Dios), o rezándole al patrono de los futbolistas, San Juan Bosco y .San Luigi Scrosoppi. O invocando a todos los ángeles y santos, ya que usted con todos debe tener buenas relaciones.
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Yo no soy hincha de su equipo por la prepotencia de algunos de sus jugadores que se creen la vaca que da mas leche. No todos, afortunadamente. Ojalá que el triunfo no los llene más de soberbia y sigan el ejemplo suyo de su humildad, a pesar de haber llegado a donde llegó, después de ser un curita de pueblo en Argentina.
A mí me preocupa, como a usted, las vueltas que está dando el mundo y no me refiero a la rotación de la tierra sino al cambio de mentalidad con la iglesia, la economía, la política y la paz mundial. Ni por la derecha ni por la izquierda salimos del atolladero, no obstante, seguimos pidiéndole a la Virgen del Agarradero que nos “agarre” primero, como decían los arrieros. La situación se esta saliendo de las manos de los gobernantes, a pesar de las promesas y discursos electoreros. Las iglesias poco atraen a los jóvenes y cada día se ven mas vacías. Algo nos está faltando para volver a ser como antes, rezanderos, devotos, respetuosos del cura, amantes de las buenas costumbres.
De Colombia le cuento que vamos de mal en pior. El presidente ordenó soltar presos o sea que el ejecutivo se esta metiendo o otros poderes y así empezó Maduro, y nos da terronera. La coca va a ser de libre comercio dizque mientras se encuentran formulas sustitutas que den ganancias iguales, pero ya se sabe que sembrando café no se gana lo mismo que sembrando coca.
Hay problemas con las pensiones, con la salud y en general con la pobreza de la gente, sin que se vea solución a la vista. Sólo Dios puede ayudarnos, y usted que está tan cerca del Altísimo es el medio mas efectivo. El fútbol nos une, nos da alegría y nos llena de esperanza, lo mismo debía pasar con la religión, unirnos, llenarnos de alegría y esperanza. De todas maneras lo felicito por el triunfo de su país y sigamos creyendo en las bondades del fútbol y de la religión.
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