Cada día del calendario está dedicado a algo, a cualquier cosa, actividad o movimiento. 

Pues bien, ayer no más fue 31 de agosto, fecha dedicada al día internacional de la obstetricia desde 1962. 

Vale la pena recordar que la obstetricia es una especialidad médica que se ocupa de acompañar a la mujer en su embarazo, parto y puerperio. 

La atención que brinda este este profesional también comprende aspectos psicológicos y sociales durante gestación.  

Las historias de las mujeres con algo más de una docena de  embarazos hoy son referencias de otras épocas y la atención a la mayoría de ellas a la hora del parto corría por cuenta de las comadronas o parteras, las cuales dieron paso a los obstetras, pero sin que hayan desaparecido totalmente. 

Su labor, en días recientes en el Pacífico Colombiano, fue reconocida como patrimonio cultural y según una norma vigente las personas dedicadas a este oficio «hacen parte de la lista más exclusiva de las manifestaciones culturales y ancestrales» de Colombia.

El desempeño de la obstetricia ha alcanzado un mayor desarrollo con una especialización adicional que se ocupa del estudio y el tratamiento de la madre y el niño en los últimos estadios de la gestación y los primeros días después del nacimiento, llamada perinatalogía. 

Estos especialistas tienen también entre sus ocupaciones la evaluación y tratamiento de los embarazos considerados de alto riesgo y de las alteraciones fetales. Lo anterior significa una atención de más alta calidad para las mujeres gestantes. 

Los nacimientos y por ende el trabajo de los obstetras que hoy celebran su día internacional, se ha multiplicado en Cúcuta producto de la migración de las madres venezolanas, lo contrario a unas décadas atrás cuando las embarazadas colombianas hacía el trámite para que sus hijos nacieran en Venezuela y pudieran tener esa nacionalidad. 

Según datos publicados entre junio y julio, la alta demanda de pacientes desbordó el servicio de obstetricia del HUEM a tal punto que de los 788 nacimientos atendidos, 469 son niños con nacionalidad venezolana. 

Esto quiere decir que el 59 % de los recién nacidos en esos dos meses en el hospital de Cúcuta no eran colombianos, sino extranjeros. 

Las cosas cambian gracias a la dinámica fronteriza. 

No obstante hay sitios donde las cosas no marchan tan bien. Así por ejemplo, Afganistán es el peor lugar del mundo para ser madre, de acuerdo con el informe de la ONG Word Vision que publica el diario español ABC. 

En aquel país la mortalidad materna es una de las más altas del mundo, con cifras alrededor de 400 muertes por cada 100.000 embarazos, lo cual ocurre en las zonas rurales a donde no llegan los servicios médicos. 

La mencionada organización ha convertido la capacitación de matronas en una prioridad para este país con el objetivo que los partos sean más seguros. 

En Colombia el día del ginecobstetra se celebra el 28 de mayo de cada año, sin embargo es propicia la fecha del día internacional para felicitar a los médicos dedicados a esta especialidad por su trabajo y entrega abnegada en favor de las madres y sus bebés. Para terminar es preciso recordar que fue famosa entre nosotros la clínica obstétrica de la Fundación Virgilio Barco de la avenida Gran Colombia, donde nacieron muchos cucuteños, hoy está abierta y presta servicios ambulatorios en salud distintos a la atención de partos.