De los libros siempre se han dicho muchas cosas, como lo expresara en alguna ocasión un escritor que afirmaba que la personalidad de una persona se conocía también por los libros que tenía en su biblioteca, o como lo dijo el escritor chileno Roberto Bolaño, a quien viviendo en Barcelona la vida le dio un golpe cruel: nace su segundo hijo y por esos mismos días le dan la noticia que tenía un cáncer de páncreas. Ya sabiendo que le quedaban pocos días para compartir, llegó a decir que parte de la herencia que le dejaba a sus hijos, los libros que no alcanzó a leer. Hablando con Santiago Gamboa el pasado lunes al inicio de la feria, en su interesante presentación del libro “Será larga la noche”, decía con razón que le preocupaba las casas en las que crecían niños en las que no había libros.
Por eso la feria que terminó ayer en Cúcuta fue un momento gratificante en estos días difíciles para el mundo; quienes intervinieron hicieron un buen aporte, y por ello, por propiciar este espacio de reflexión tan necesario, felicitaciones a Julio, Tania, Tatiana y a todos sus colaboradores.
Muchas notas quedan de la feria. La anotación que hizo Santiago Gamboa del libro “El Guardián entre el Centeno”, de Salinger, que relata la vida de un joven adolescente que es expulsado del colegio por bajo rendimiento antes de una navidad. Se va a New York, y en sus reflexiones hace referencia a los adultos, a la sociedad, los critica. Era el libro que llevaba el asesino de Jhon Lennon en diciembre de 1.980, cuando fue asesinado. Igual lo portaba el que atentó contra el expresidente Reagan. El politólogo León Valencia fue certero en su análisis: “El expresidente Uribe fue notable, pero en decadencia”. Abordó el escenario en que llegare a ser condenado, hasta dónde esa circunstancia podría incendiar el país. El libro de Ricardo Silva Romero, “historia oficial del amor”, es un recorrido sobre lo que fue su familia, diseccionándola, describiendo a cada uno de sus familiares, y de la mano de historia, un recorrido por lugares de antaño de Bogotá y episodios políticos olvidados.
“ Carta a Antonia”, escrita por su abuelo recientemente fallecido, Alfredo Molano, quien escribiéndole a su nieta le hace un relato de la Colombia que conoció, y que sin duda Alfredo ha sido uno de los colombianos que mejor ha conocido su país: en chalupa por el amazonas, el Orinoco, a caballo por lo Llanos. Otro libro e inquietud que nos deja esta feria. Cualquier recorrido y análisis de Colombia de la mano de un escrito de Alfredo Molano, es un escenario excepcional. El conversatorio de poesía entre el maestro Cicerón con el escritor Federico Díaz Granados fue una oportunidad para un recorrido por la poesía en América Latina. Escuchándolos, sobre esos días difíciles que debe afrontar un poeta, recordé el libro “ La maldición literaria” de Pascal Brissett, la vida de aquellos poetas a principios del siglo XIX, quienes escribían lo que se llama poesía negra, y escribían y ponían en evidencia las penurias de la sociedad de esos años. Interesante lo que se habló de la poesía trasngresora de José Asunción Silva.
“El mundo visto y narrado por mujeres”, el conversatorio en el que intervinieron Catalina Ruíz, María Fernanda Ampuero”, una buena e histórica reflexión sobre el análisis de la mujer a los problemas que afronta el mundo hoy, su visión y compromiso. Otro libro más que nos deja como inquietud la feria, “ hembrujas”, de la periodista y escritora Claudia Palacios, con la moderación analítica e intervenciones con profundidad periodística de la directora Estefanía Colmenares. Gracias a todos y nos veremos en la próxima, ojalá presencial, para darles un abrazo.
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