El jueves de la semana pasada, día de Acción de Gracias en Estados Unidos, el mundo fue informado sobre el nacimiento de la primogénita del estadounidense Mark Zuckerberg, filántropo, programador y empresario estadounidense. Zuck, como lo llaman sus amigos, es el director ejecutivo de Facebook, empresa que creó en 2004 cuando estudiaba en la Universidad de Harvard y apenas tenía 19 años.
Este logro contó con la colaboración de sus compañeros de habitación.
El gran desarrollo y posicionamiento de tan conocido sitio Web de redes sociales, que originalmente era un sitio solo para los estudiantes de Harvard, convirtió a Mark Zuckerberg en el joven más rico del mundo en 2008, según el ranking de la revista Forbes.
Ahora es reconocido como uno de los magnates más generosos, por sus actitudes filantrópicas. Según los analistas, es una persona modesta y no le da importancia al dinero. Esto llevó al periodista de la revista New Yorker, José Antonio Vargas, a decir “es la persona más rica más pobre que he conocido”.
Para ratificar este concepto de su generosidad, el jueves de esta semana quiso compartir la felicidad del nacimiento de su hija Max, anunciando que junto a su esposa Priscilla Chan, donará el 99 por ciento de sus acciones de la firma, equivalentes a 45.000 millones de dólares.
Esta donación se hará con entregas periódicas de aportes a través de la Fundación Zuck Chan Initiative, creada por la pareja con fines filantrópicos.
Su objetivo principal es contribuir a desarrollar el potencial humano que permita cambiar la vida de miles de ciudadanos, empezando por los niños.
El cuadro de honor de los magnates más generosos del mundo está encabezado por Bill Gates, quien a lo largo de su vida ha donado 27.000 millones de dólares, le siguen Warren Buffett, George Soros y Carlos Slim.
Según el Índice de Generosidad, publicado en el mes de noviembre por Wealth- X y Business, el dueño de Facebook, a sus 31 años de edad, se ubica en el puesto 13 en el ranking de los multimillonarios más generosos del globo.
Con sus gestos de generosidad en pro de las clases más desprotegidas, estos multimillonarios están contribuyendo a construir una sociedad inclusiva, aquella que reconoce que todas las personas tienen el mismo valor, solo por la condición de ser humanos.
Hay la esperanza de que la próxima noticia de esta índole se refiera a un colombiano.