En el ranking económico Brasil es la séptima economía del mundo, la segunda del continente y la primera en América Latina con un Producto Interno Bruto de 2.4 billones de dólares.
Es el país más grande de Latinoamérica con una extensión de 8.516.000 kilómetros cuadrados y el quinto a nivel mundial.
Tiene una población de 200 millones de habitantes.
Durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) el país carioca tuvo un considerable despegue económico que le permitió avanzar en el escalafón mundial de los países más atractivos para la inversión extranjera.
El liderazgo del primer mandatario y los buenos precios de las materias primas llevaron al Brasil a formar parte del BRIC, junto con Rusia, India y China, los líderes de los países emergentes. El crecimiento de su Producto Interno Bruto en 2010 llegó al 10 por ciento.
Pero la desaceleración de la economía china, la caída de los precios de las materias primas, la baja en la inversión extranjera, el estancamiento del consumo interno, los escándalos por el mal manejo de Petrobras y las investigaciones adelantadas contra algunos miembros del gabinete gubernamental por presunta corrupción, han generado una percepción de inestabilidad y riesgo provocando una caída de sus principales indicadores.
Este año ha sido crítico para el otrora país modelo en desarrollo económico, situación que ha llevado a su presidenta Dilma Rousseff a tomar medidas drásticas empezando por la reducción del gasto, con lo cual se ha logrado bajar la inflación a 9.53 por ciento.
Además, la devaluación del real llega al 25 por ciento en lo corrido de este año y la tasa referencial está en 14.25 por ciento. Brasil enfrenta una estanflación (recesión con inflación) y la aceptación de su presidenta apenas llega al 8 por ciento.
Como resultado de esta inestable situación, la calificadora de riesgo internacional Standard & Poor”s sorprendió al mundo económico al bajar la calificación de la deuda soberana brasilera al grado de “bonos basura”.
De esta manera se pierde el grado de inversión, que ostentaba desde 2008, para ubicarla en el nivel de especulación, un espacio atractivo para los capitales golondrina que llegan en busca de altos rendimientos.
La preocupación empieza a cobrar fuerza entre sus socios comerciales encabezados por Argentina.
Para Venezuela la perspectiva es muy incierta teniendo en cuenta la delicada situación que enfrentan sus amigos y socios: Brasil, Rusia y China.