El pasado 25 de marzo, el Ministerio de Transporte, publicó en su página web el proyecto de resolución por medio de la cual se modifica el procedimiento para renovar o recategorizar las licencias de conducción, sin embargo la noticia se conoció solo hasta el día 29 del mismo mes.
El proyecto de acto administrativo estará sujeto a comentarios hasta el próximo 9 de abril y en cuestión de horas, queda listo, dentro de la despedida del actual gobierno que solo después de cuatro años, pudo darse cuenta que la siniestralidad aumentó y de ahí que el proyecto, “…hace parte de un paquete de medidas que ha tomado la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) para reducir y mitigar la siniestralidad vial…”
Es muy extraño que ese “regalazo de despedida” tuviera sus motivos en las estadísticas que maneja la ANSV, en el entendido que las noticias publicadas por los medios de comunicación relacionadas con accidentalidad, no acusan como la mayor causa la impericia del conductor, sino a fallas técnicas del automotor y la mirada no debió ser hacia el conductor sino a los Centros de Diagnóstico Automotor (CDA), responsables de la certificación del buen estado técnico mecánico del automotor.
A la fecha, los requisitos para renovar la Licencia de Conducción son: Documento de identidad original, realizarse un examen físico-mental y de coordinación motriz para conducir en un Centro de Reconocimiento de Conductores (CRC), no contar con comparendos de tránsito, pagar el valor de los exámenes y del trámite en un organismo de tránsito facultado para tal fin.
Con la nueva resolución tenemos que “…el primer examen será a través de una plataforma tecnológica administrada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que contiene 40 preguntas de selección de las cuales 12 son de actitudes y 28 de movilidad segura y sostenible, normas de tránsito, señalización vial, infraestructura y el vehículo. Para aprobar el examen, el aspirante tendrá que responder acertadamente el 80% de las preguntas. En cuanto el examen práctico, este comprende dos pruebas que también están conectadas con la plataforma…”
Posteriormente, deberá realizar prueba de destreza individual en pista cerrada al tránsito de vehículos que evalúa las habilidades del aspirante para maniobrar un vehículo automotor. La segunda se realiza en vía pública y evalúa las habilidades del aspirante para interactuar con otros actores de la vía.
Lo anterior, constituye un breve resumen de las 105 páginas que contiene el “regalazo” porque no creo que muchos ciudadanos se tomen el trabajo de analizar un acto administrativo cuyo contenido, aleja hasta el más juicioso lector y creo que eso también forma parte del combo que tendrán que asimilar un grupo significativo de conductores, alegres porque el plazo para la renovación se extendió dos años más.
Presumo que la ANSV desvió la razón de la accidentalidad y ahora pretende meter en cintura a personas que están hace más de dos décadas frente a un volante, cuando la verdadera causa de siniestralidad quedará enterrada por los autores del “regalazo”.
