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El último papa
El final de la lista de San Malaquías se ha entendido como el final del mundo, o el final de la Iglesia Católica.
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Domingo, 1 de Mayo de 2016

Con el papa Francisco se agota la lista de pontífices vaticinada por San Malaquías. Francisco está señalado como Petrus Romanus (Pedro el Romano). En su caso, la alegoría no viene muy al dedo y hay que hacer ciertos malabarismos para acomodarlo como el Petrus Romanus. Unos quieren identificar al postrer Vicario de Cristo como el ‘papa Negro’- o antipapa - , por alusión a que el Superior de los jesuitas siempre viste – o vestía – sotana negra, y Francisco es jesuita.

El final de la lista de San Malaquías se ha entendido como el final del mundo, o el final de la Iglesia Católica.

El tema tiene mucho de ancho, de largo y profundo. Con todo, hay algo que sí es patente con la llegada de su eminencia el señor cardenal argentino Jorge Bergoglio a la silla de San Pedro, y es el cambio total de la Iglesia en relación a como los más viejos la conocimos. Sin omitir que entre los cambios anteriores a él – es justo reconocerlo - pesa demasiado la actitud ante la sodomía, una tendencia que se incrustó  profundamente en el clero, y denunciada como un enemigo interno poderoso por el anterior Pastor Universal  Benedicto XVI, y que ha socavado y le ha hecho mucho mal a la Iglesia, enemigo al que se suma la corrupción en las finanzas y la lucha por los privilegios. Por sí solo, el homosexualismo casi acaba con la Iglesia. San Malaquías no soñó siquiera la irrupción de tanto mariposón, como tampoco pudo pronosticar en 1.139 que el mundo llegaría al año dos mil y pasaría de ahí.

En mis tiempos nadie se acercaba al altar sino revestido de sotana, en calidad de sacerdote, diácono, seminarista o acólito, con pulcritud, devoción y reverencia. Ahora vemos que el sacristán, bien aburrido y bostezando, se sienta a un lado a esperar que el padre termine “eso que está haciendo” – la misa –,  y maneja los vasos sagrados con tal displicencia, vestido de cualquier forma. La solemnidad tradicional – el rito tridentino, o misa latina o misa preconciliar (antes del Concilio Vaticano II)  -  solo se ve en el canal católico EWTN, mi preferido.

El Santo Padre actual – una suerte de papa ligth, cheverongo y descomplicado - se ha encargado de desmantelar toda la pompa de los ritos. Aunque puede ser un concepto simplista, estoy de acuerdo con los que opinan que el final de la lista de los papas predichos por San Malaquías no significa ni el término del globo terráqueo ni la caída de la Iglesia Católica sino la aparición de otra Iglesia Católica.

Nuestro planeta tiene cuerda todavía para largo tiempo, el que le falta al Sol para extinguirse, puntualmente 5.000 millones de años, y como dicen por ahí, el mundo se acaba para el que se muere.

orlandoclavijotorrado@yahoo.es

 

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