La baja del precio del dólar a nivel internacional en casi 9 por ciento tras 3 trimestres de ascenso continuo, la incertidumbre que se vive en Irak donde la principal refinería de petróleo está bajo amenaza del grupo terrorista Estado Islámico y el conflicto en Libia han contribuido a aumentar el precio internacional del petróleo.
El precio del WTI el miércoles subió a 60.93 dólares el barril, mientras el Brent (referencia para los mercados europeos) llegó a los 68 dólares.
Pero indudablemente el factor que más predominó en esta recuperación de la cotización del crudo esta semana fue el anuncio del Departamento de Energía de Estados Unidos sobre la reducción de las reservas en el País del Norte.
Pese a esta baja en los inventarios, tras 4 meses de continua alza, las reservas se siguen manteniendo alrededor de 487 millones de barriles, el nivel más alto desde 1982. La importación actual de Estados Unidos es de 7.225.000 barriles, 5 por ciento menos que el año pasado.
Luego de acercarse a los 42 dólares el barril del WTI en el mes de marzo, representando una caída de casi 60 por ciento en comparación con el precio más alto registrado el año pasado (112 dólares), empezó el ascenso nuevamente hasta llegar a 60.93 dólares el pasado miércoles.
Esta diferencia de precios en menos de dos meses significa una recuperación del 46 por ciento.
Sin embargo, ante la volatilidad que impera en los mercados, los inversores se dejaron llevar por el temor de un posible exceso de oferta y, en consecuencia, el precio del crudo bajó nuevamente 3.26 por ciento el jueves y se ubicó en 57.77 dólares el barril de WTI.
Los estragos del duro invierno y la revaluación de dólar tuvieron efectos negativos sobre el comportamiento de la primera economía del mundo, la cual ha tenido un crecimiento inferior al esperado. El Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense en el primer trimestre fue apenas 0.1 por ciento, muy por debajo del uno por ciento esperado. Si a esto se le agrega la devaluación del euro, con lo cual Europa fortalece su economía atrayendo compradores e inversionistas, la situación puede empeorar para Estados Unidos. Por esto, la Reserva Federal (FED) aplazó la subida de las tasas de interés y el dólar empezó a perder poder adquisitivo.
En esta cuerda floja en que se balancean los precios del crudo WTI y Brent, los analistas consideran que los precios estarán entre 60 y 70 dólares barril en gran parte de este año. Colombia ya empezó a sentir los efectos positivos de la subida de precios del crudo, así como de los resultados económicos en Estados Unidos. El dólar bajó hasta 2.362 el miércoles y el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se mostró muy confiado en que las cosas seguirán mejorando. Las esperanzas son las últimas que se pierden.