Cada día la divisa americana sigue subiendo y, de acuerdo a las expectativas esta tendencia se mantendrá, por lo menos en el corto plazo.
Esto beneficia a unos pero perjudica a otros. Así, mientras el gobierno se muestra complacido con la descolgada del poder adquisitivo de nuestra moneda por los beneficios que representa para las exportaciones de productos y servicios, quienes dependen de un salario empiezan a mostrar su preocupación por la subida del precio de algunos productos de consumo diario.
Si bien es cierto la caída del precio internacional del petróleo y de otras materias primas genera escasez de divisas y sube el precio de la deuda internacional, la devaluación del peso ($) compensa esta situación en gran parte.
Así, con una cotización de $1.800 por dólar y un precio de 80 dólares barril, el ingreso es de $144.000 por barril, pero con un precio de 53.3 dólares el barril (Referencia Brent) y una cotización de $2.867 el ingreso es de $152.000.
Este diferencial cambiario también beneficia a quienes reciben remesas de sus familiares residentes en el exterior y a sectores como el turismo receptivo, educación superior, la construcción y los servicios médicos, entre otros.
Aprovechando las ventajas de la devaluación, la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol) ha programado para este fin de semana, en la ciudad de Orlando (Florida), la feria “Donde vivir e invertir en Colombia”.
Allí participarán 36 firmas constructoras con una oferta de 296 proyectos en diferentes ciudades de Colombia.
A su vez, el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) mostrará en Nueva York las ventajas del programa “Colombianos en el Exterior” para invertir en la adquisición de nueva vivienda. La programación de estos encuentros cuenta con el apoyo de entidades oficiales. La adquisición de vivienda en estos momentos con un dólar a $2.867 comparado con una cotización de $1.800, representa un ahorro del 36 por ciento.
Pero mientras para quienes tienen los medios esta situación es una gran oportunidad, para quienes viven de un salario bajo es una crisis.
Basta recordar que con el salario mínimo ($644.000) y una cotización de la divisa verde a $1.800 se podían comprar 358 dólares. Ahora. Con un dólar a $2.867, apenas se pueden adquirir 225 dólares.
La preocupación aumenta ante los informes del crecimiento de la economía estadounidense entre abril y junio en 2.3 por ciento, pues será una razón de peso para que la FED suba las tasas de interés y el dólar se dispare. Cada vez es más costoso hacer realidad el sueño americano.