La fiesta del día de las brujas tal como se reconoce hoy no siempre ha sido así. Tampoco el Halloween, como creíamos, es una fiesta de los gringos que la exportaron y hoy es celebrada en casi todo el mundo, incluido nuestro país.
Según estudiosos del tema tuvo sus orígenes en Inglaterra. Se sabe hoy que proviene de la expresión en inglés “All hallows’eve” que significa noche sagrada o la víspera de todos los santos, es decir el día que antecede a la celebración con la cual la iglesia católica hace honor a aquellos que no aparecen en el santoral o siendo santos no se conoce su nombre.
Otros piensan que tiene su nacimiento a partir de fiestas paganas, un ritual de los celtas para celebrar el fin del verano y la llegada de los días de otoño y se iniciaba el 31 de octubre. Según algunos académicos en esos festejos se rendía tributo al Rey de los muertos. Además mezclaban quemas de paja para espantar espíritus y el arte de adivinar el futuro. Desde épocas ya remotas los niños han participado desde cuando iban de casa en casa por las mismas fechas cantando y rezando por los muertos, a cambio les obsequiaban pasteles significando que sacaban almas del purgatorio.
Cuando ocurrió la migración irlandesa a Norteamérica llevaron sus tradiciones, entre estas la del Halloween y le fueron agregando calabazas, espantapájaros y frases propias de la festividad. Esta se ha convertido en la fiesta más grande de Estados Unidos y el regalar golosinas y los disfraces son las actividades más populares, lo cual también ocurre entre nosotros desde hace varios años e involucra a chicos y grandes.
Algunos han querido satanizar la fecha por su probable origen pagano, también el hecho de portar disfraces quienes participan y asociarse a las brujas, la adivinanza de hechos futuros, sin que falten los cuentos de horror y los fantasmas son parte de la fiesta con sus propias historias.
Actualmente la oferta de posibles disfraces es muy amplia y con temáticas diversas, justo al gusto del cliente. Se han puesto de moda los que tienen que ver con películas o series de televisión recientes; también están los de diablas, zombis, hechiceros, vampiros, esqueletos, en fin, una amplia gama de posibilidades para quienes quieren hacer gala de tener algún interés por este festejo.
En la ciudad se hizo costumbre habilitar buena parte de la avenida Libertadores para que allí acudan los niños con sus padres para encontrar juegos y otras diversiones, lo cual siempre hasta ahora ha sido bueno por el disfrute de los participantes, logrando que sea una celebración popular auspiciada por el gobierno municipal. Pero no habiendo pasado la pandemia, este tipo de aglomeraciones deben evitarse al máximo y mucho más ahora cuando estamos ad portas de una nueva oleada que podría encontrar propicio el escenario para propagarse, sobre todo si está circulando en la ciudad la variante que más fácilmente pasa de persona a persona.
Más nos valdría quedarnos en casa, reunidos en familia y que cada uno a su manera pase este día, bien sea haciéndose el brujo, regalando dulces a los niños o festejando a las brujas, porque es cierto, las hay.
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