Las protestas de estos días están organizadas por los estudiantes, quienes están reclamando mayor cantidad de recursos para el funcionamiento de la educación pública, en especial la universitaria. Las marchas en las distintas ciudades han tenido como objetivo que el gobierno asigne presupuestos que cubran los faltantes estimados en billones de pesos, lo cual no es de ahora sino de tiempo atrás.
Este movimiento ha sido respaldado por los rectores de las universidades públicas, con argumentos que parecen lógicos a simple vista y que consisten de manera preferente en que se debe estructurar una política de Estado en el campo de la educación que permita mantener esta actividad con estándares de calidad además de asegurar capitales para el adecuado funcionamiento.
Los maestros agrupados en Fecode se colgaron a la propuesta y están reclamando el cumplimiento de acuerdos con el gobierno pasado, al que apoyaron en muchos aspectos de esa administración, también el desmonte del programa Ser Pilo paga –el cual ya anunció el gobierno que se acaba y será sustituido- y la estabilidad laboral de los docentes.
Los movimientos y partidos políticos de oposición también se subieron a esa bus desde el primer día, se les vio desfilando e interviniendo a dirigentes de los partidos UP, Decentes, Colombia humana y Mais; desde las redes sociales lanzaron arengas y en la plaza pública de despacharon con discursos contra el actual presidente, restando legitimidad a la protesta gestada por los estudiantes, haciéndola parecer una prolongación de una campaña política.
Los desórdenes observados concluidas las primeras marchas han dejado una mala impresión porque el dialogo impera y la protesta es válida sin agresiones y daño de vehículos públicos o inmuebles. En una segunda jornada fue atacado el edificio de RCN radio en Bogotá, no obstante la intervención de un grupo de mujeres que participaban en la movilización que hicieron ver de manera valiente que ese no es el cauce de la protesta, ni la forma.
No cabe duda que la educación es muy importante para el desarrollo de un país, que va de la mano del progreso que pueda alcanzar. Los ejemplos de países que alcanzaron avances significativos en su calidad de vida basados en la educación son visibles, tal es el caso de Finlandia que en pocas décadas logró una transformación en su esquema de educación llegando incluso a la gratuidad en todos sus niveles. El cambio se dio con sistemas de enseñanza novedosos, con docentes capacitados y con el aporte de capitales provenientes de impuestos altos que deben cubrir los ciudadanos de aquel país al cual hay que echarle una mirada para descubrir la forma de hacer de la educación su principal pilar de progreso.
Es necesario financiar la educación, cubrir el déficit y asegurar los recursos para los años venideros; estamos de acuerdo con ello, pero también con que no es un problema de este gobierno, es una situación heredada y conseguir dineros públicos es una tarea dura cuando no queremos más impuestos. Valdría la pena que los estudiantes y los oportunistas de turno le escudriñaran con atención el Ennakonpidätys de los finlandeses.
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