Conocida la eliminación de la selección Colombia de la Copa América surgieron los considerandos y comentarios de los expertos en la materia y van hasta los memes, tan de moda ahora cada vez que los sucesos cotidianos o extraordinarios se van dando.  

Lo cierto hoy es que ya no va más nuestro equipo en esta competición, se acabó la ilusión y el sueño de ser campeones. 

Algunos se aventuran a decir que todo fue por culpa de René Higuita quien apostó su cabellera, justamente para hacer publicidad a una casa de apuestas. 

Esa oferta pública de los bucles del loco otrora portero de la selección puso una expectativa adicional, porque Colombia debía ser campeón y muchos llegamos a convencernos de tal posibilidad. 

Claro está que no significó eso que haya impuesto una presión adicional al equipo que debería buscar a toda costa el título para poner a salvo la cabellera de quien hiciera parte de ese grupo en tiempos pretéritos. 
 
¿Qué perdimos? Pues la posibilidad de continuar a la semifinal, porque el partido con Chile no se perdió, se empató. 

¿Y las causas? Que el esquema no funcionó, que James se perdió,  porque el técnico mantuvo los 90 minutos a Cuadrado y debió ser cambiado en algún pasaje del partido. 

Todas esas son elucubraciones y análisis en caliente o el día después y finalmente ninguna es cierta. La evidencia dice que deben regresar a casa, hacer los balances y echar para adelante. 

Tampoco la causa de eliminación es el que los cobros desde el punto del penal fueran una lotería. 

A esta instancia se llega con cansancio físico, pero debe prevalecer la lucidez del jugador, el aplomo y el deseo de acertar; si estos fallan el cobrador no logra embocar la pelota o es detenida por el arquero y este también debe estar preparado y con la mejor actitud para atajar y dar lo mejor de sí en beneficio del equipo. 

El jugador William Tesillo tuvo la mala fortuna de enviar el balón fuera y eso significó una desventaja, luego de lo cual ya no había tiempo para remontar. 

Esa no era su intención, no es culpable de nada, son las circunstancias del fútbol.

Lo ideal era no haber llegado a ese último peldaño, se debió asegurar el triunfo a lo largo del partido. 

Chile jugó un buen partido, aunque en el terreno no pudo superar a Colombia, pero tampoco estaba inerme, luchó por su objetivo y lo logró por la vía que conocemos. 

Entre los balances hay que resaltar que la selección mantuvo el invicto, no recibió goles en contra y está en un proceso con un nuevo técnico.  

Lo que nos queda es que este equipo luchó, se entregó, hizo lo que mejor sabe hacer, tuvo errores, como es normal, sin embargo el resultado final (5-4) nos pone fuera de este campeonato y el sueño tuvo un final inesperado porque estábamos esperando llegar más lejos. Ya vendrán otras oportunidades. Al final la vida sigue igual.