Muchas cosas de lo que fue la vida del deportista, es lo que frecuentemente le sucede a Colombia: un país que fácilmente pasa de la gloria a la tragedia. Hoy Rincón es una imagen de ese inolvidable gol del mundial del 90, a la manera absurda como encontró su muerte. Pareciera que Colombia en muchos momentos tuviere ese destino fatal. No es sino recordar lo que le sucediera a aquella misma selección para el siguiente mundial de los Estados Unidos, cuando en las eliminatorias no le creíamos a nadie, a todo el que enfrentábamos le ganábamos, como el 5 – 0 a Argentina en Buenos Aires y llegamos al mundial, y a los pocos días fuimos el primer país eliminado. La manera trágica como cerramos ese capítulo dejó perplejo al mundo: apostadores asesinaron a Andrés Escobar por un autogol en Medellín. Así es, en ese cruel ciclo fatal de infelicidad, en los años 30, en esa misma tierra, había perdido la vida el inmortal Carlos Gardel, por otro acto de intolerancia, cuando dos aviones estúpidamente se peleaban la salida, y se estrellaron. Así terminan frecuentemente en Colombia muchas de sus historias.
Freddy Rincón es el diagrama de un país porque también nos sucede con frecuencia, que la única imagen favorable que trasciende de una población olvidada de Colombia, a veces hacia el mundo, es de la mano de un deportista. Eso le pasó a San Basilio de Palenque con Pambelé, a Lorica con el “Happy Lora”, a Cómbita con Nairo Quintana, a Soacha con Miguel Angel Martínez, ahora a Barrancas con Luis Díaz, y la Buenaventura de Rincón, cuyas noticias en los últimos meses habían sido solo de muertes y violencia, y ahora el puerto recibe a su ídolo en una caravana el pasado jueves para despedirlo. Muchos de estos deportistas trascienden sus poblaciones, las hacen brillar a veces ante el mundo y cuando desaparecen quedan como uno de sus mejores recuerdos. Aún recuerdo las imágenes en la televisión argentina cuando el Cúcuta deportivo estaba en los grandes momentos de la Copa Libertadores, y en alguna ocasión mostraban imágenes de la ciudad como si se tratare de una tierra desconocida.
Por ahora vendrá la investigación por las circunstancias absurdas de su accidente. El sólo video muestra la grave imprudencia del conductor al pasarse un semáforo en rojo sin ninguna prevención. Hasta el momento no hay claridad sobre la persona que conducía el vehículo, pero de entrada se evidencia que quien conducía puede quedar incurso en una investigación por lo que se denomina homicidio culposo. Nos deja Rincón el recuerdo de ese gol en junio del 90 que ya hace parte de las imágenes del país en un momento de emotividad y alegría. Seguramente ha sido el gol de una selección que más se ha celebrado. Supongo que aquel famoso olímpico de Marcos Coll, en el mundial de Chile también. Para la selección del 90 en el siguiente partido ocurriría aquella desafortunada jugada de Higuita contra un jugador de Camerún que nos sacó del mundial. Quise recordar alguna imagen o jugada de Rincón aquí en el General Santander, pero claro, hoy sábado santo los amigos que conocen del tema, duermen. Tan solo escuché con mucha emotividad las declaraciones de uno de sus mejores amigos, Jorge Luis Pinto, que cuando era su entrenador con Santafé le dio la oportunidad de debutar creo que contra el Bucaramanga, y Rincón de un “patadón” sacó a uno de sus rivales y fue expulsado.
Freddy llegó a pensar que muy pronto había terminado su carrera como futbolista. Pero no, faltaba mucho, muchos goles por hacer, como el del empate contra Alemania en el 90.
