Ahora la pregunta es, ¿qué tanto puede incidir el tema de la inmigración de venezolanos en la campaña política? ¿Cuál puede ser su real impacto? 

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ya ha expresado que sobre la base de una cifra probable de cerca de 550.000 venezolanos en el país la economía nuestra se verá afectada, y eso que el ministro es generoso en la cifra estimada. 

Lo de Cúcuta ya es una tragedia y todos los días vivimos y comentamos esa realidad, y aquí en Bogotá el impacto de la migración es muy alto, al punto que hay sectores de la ciudad que cada día están más asediados y tomados por venezolanos. 

En localidades de la capital como Suba cada vez hay más venezolanos tratando de ganar espacio, tratando de conseguir algún trabajo y el impacto de convivencia a esas comunidades es muy alto. 

Así están varias ciudades en Colombia y esa inmigración comienza a influir también en el tema electoral: ¿Qué tal si Sergio Fajardo llega a la presidencia nos pase lo mismo que a Venezuela? Es el interrogante que se le escucha a mucha gente. 

En lo personal no creo que una eventual presidencia de Sergio Fajardo podría llevarnos a ese modelo de Venezuela, pero ahora por lo menos mucha gente si empieza a definir su voto teniendo en cuenta esos temores. 

Y eso que aquí a los inmigrantes venezolanos en lo posible los tratamos bien, los consideramos nuestros hermanos, hacemos lo posible por ayudarlos, pero el problema es que nuestras dificultades y nuestra propia realidad económica no nos lo permiten. 

Aquí hasta ahora nadie se ha referido a Venezuela como “un país de mierda” como lo hizo Trump con Haití y San Salvador, pero el asunto está tan desbordado para Colombia que ya comienzan a escucharse algunas medidas más fuertes hacia la inmigración.

El senador liberal Andrés Cristo planteó la necesidad de que el Gobierno decrete una urgencia en la frontera, a su vez el candidato al Senado Tarsicio Mora por el Partido Alianza Social Independiente (ASI), ha planteado en un foro en Bogotá que se adopten medidas para que por lo menos la inmigración sea legal, pero lo cierto es, que el tema es cada vez menos controlado, la realidad nos desborda, y esos temores, fundados o infundados, van a incidir en los resultados electorales de los próximos comicios. 

Mucha gente va a votar pensando que hay que evitar que no nos suceda lo mismo que le pasa a Venezuela, y peor aún, con un presidente como Maduro que cada día anda más desequilibrado.

Esos temores de la inmigración venezolana pueden llevar a que mucho elector al final tome la opción de la derecha, y podrían llevar a favorecer el voto de candidatos como Germán Vargas Lleras o Marta Lucía Ramírez, quienes podrían ser vistos como candidatos con más fuerza y decisión a tomar medidas frente a la inmigración. El centro podría verse afectado en la medida en que el elector ve en sus filas a gente de izquierda, como por ejemplo hace algunos días apareció en televisión Wilson Borja –de profundo raigambre de izquierda– como vocero del candidato Sergio Fajardo, lo que a este último sin duda le genera una imagen desfavorable. Por su parte, Humberto de la Calle que se encuentra en su propia encrucijada política no ha tenido tiempo incluso ni de referirse al tema. Y ni hablar de Petro en este tema de la inmigración venezolana, pues el elector lo ve como cercano al régimen del vecino país, cerca del castrochavismo, y por eso su fuerza en las encuestas les da miedo a muchos votantes.

En las próximas elecciones de marzo y junio mucha gente votará por todo lo que significa la paz, sus aciertos y dificultades, pero como van las cosas, mucho elector decidirá su voto por lo que escuche en los próximos días sobre el tema de la inmigración venezolana, pues con el paso de los días se ven más venezolanos en Cúcuta, transitando de Pamplona a Bucaramanga tratando de encontrar algún refugio, esa imagen afecta al colombiano y por ello dicha realidad comienza a convertirse en uno de los temas más importantes de campaña. El próximo año, a 200 años de celebrar nuestra independencia, que triste conmemoración del sueño de Bolívar.