Esos son los argumentos utilizados por el actual gobierno y sus adeptos para justificar la presentación del proyecto de ley de financiamiento donde se avecina una cascada de impuestos que gravarán a la clase media para abajo. Que toda la culpa es del mandato anterior que dejó por cuenta del proceso de paz un hueco fiscal superior a los 14 billones de pesos. Aunque tarde pero oportuno, el equipo económico del expresidente Santos desmintió a través de un comunicado las aseveraciones manifestando que antes de la posesión del señor Duque, se presentó el presupuesto equilibrado al congreso para el 2019 con una reducción del 0.5% del PIB consistente en 5 billones de pesos que el nuevo gobierno ni el Congreso tuvieron en cuenta. Contrario sensu, lo que se hizo fue aumentar los gastos produciéndose semejante desequilibrio justificable para que los paguemos todos los colombianos a través de un aumento exagerado en los impuestos. El equipo también resaltó que se ubicó al país con una alta calificación ante las calificadoras de riesgo en materia macroeconómica. Cada parte busca afanosamente justificaciones que nosotros muy bien sabemos son verdades a medias o mentiras a medias que es lo mismo. Todos los gobiernos, este y anteriores, que tenga memoria, se han dedicado sistemáticamente a aumentar el tamaño del Estado con el consiguiente aumento exagerado en los gastos de funcionamiento muy por encima de los de inversión social. De la misma manera viene en aumento geométrico el tema de la corrupción que representa un desangre al Estado en proporciones incalculables. La evasión y la elusión, orquestada en unos casos por mismos funcionarios de la DIAN y en otros por contadores inescrupulosos, reducen igualmente los ingresos fiscales. La creación de superministerios y superconsejerías como las creadas por el anterior gobierno para satisfacer los apetitos burocráticos de los partidos políticos adornan aún más el despilfarro que asumimos todos los contribuyentes en este país. Por el costo político que representa gravar la canasta familiar, los congresistas buscarán otras formas de financiación que de todos modos serán impuestos para algunos sectores. Ningún sector aguanta más impuestos, los que pagan, digo. Porque los que evaden o eluden les importa un bledo. Los colombianos sin distinción con los impuestos a nivel nacional, departamental con el pago de diferentes impuestos que también en su mayoría los disfrazan con pago de tasas y sobretasas, estampillas etc. etc. y las municipales ahora que en la mayoría de municipios les dio por proyectar obras a través del sistema de valorización, el predial, estampillas, tasas y sobretasas etc. etc. hacen confiscatorio y desestimulante el aparato productivo en Colombia. Señores congresistas, gobierno, dense la pela disminuyendo el tamaño burocrático del Estado, controles a la corrupción, a la evasión, la elusión, al despilfarro, al gasto suntuoso. Con eso basta y sobra para cualquier desequilibrio presupuestal.
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