Hace varios meses, el Gobierno Nacional anunció el descuento porcentual en el valor del Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), que por obligación debemos portar todos los conductores. La iniciativa se originó origen en el Congreso de la República, sin embargo previo a su sanción presidencial, tuvo marcados ajustes que terminaron en un risible estímulo para los buenos conductores.
Es preciso aclarar que el valor del SOAT corresponde a la suma de tres valores en particular. Un primer valor que es la muy conocida “prima”, un segundo valor que corresponde a la contribución y una pequeña tasa cuyo valor es inferior a dos mil pesos.
La norma que comienza a regir en la presente vigencia, estableció un descuento del diez por ciento, únicamente sobre la prima y no sobre el valor total del seguro. Para ilustrar lo anotado, consideremos un vehículo familiar para cinco pasajeros, modelo 2020 cuyo cilindraje está en el rango de 1.500 a 2.000 centímetros cúbicos.
En el año 2021, debió pagar $400.150. Este año debe pagar $448.900, si fue objeto de algún accidente de tránsito o si no cumple alguna de las presentes condiciones: 1. Ser propietario de un vehículo automotor. 2. No haber tenido siniestros entre 2020 y 2021 que afectara la póliza y haber renovado la póliza antes de la fecha de vencimiento, sin interrumpir o aplazar la vigencia. 3. Haber mantenido el mismo automotor durante todo el 2020 y el 2021. 4. Que la póliza finalice su vigencia en 2022.
Lo anterior significa que si usted cumplió con los requisitos citados, pagará por el mismo seguro $419.490, concluyendo que su ahorro fue de $29.410 y esa es una perfecta ilusión puesto que siempre seguirá pagando más y más cada año.
Ahora, es preciso señalar que además debe contar con mucha suerte y paciencia porque para lograr ese ridículo ahorro, debe dar cumplimiento al numeral 5 que dice: “…Si la persona considera que tiene derecho a recibir el descuento otorgado por la Ley, puede comunicarse con la compañía con la que adquirió el SOAT.”
Solo imaginemos a cada usuario tratando de comunicarse con la persona que puede aprobar su descuento y mientras tanto lo pasan por todas las extensiones telefónicas de cada aseguradora hasta que finalmente usted se rinde y no le queda otro camino que pagar el valor total y pasar la rabieta por la burla a la cual fue sometido el usuario.
Es muy lamentable que la accidentalidad siga en ascenso y el pago de las travesuras de muchos conductores tengamos que asumirlos la gran mayoría y voy al caso en particular de los piques de conductores de motocicleta nocturnos en sitios y horas conocidos por la autoridad, que muy a nuestro pesar no se hace nada para evitarlos o controlarlos.
Respecto al valor del SOAT, su valor seguirá en ascenso porque la accidentalidad no frena su exponencial recurrencia y de ahí que la cuota de irresponsabilidad tendremos que pagarla entre todos los ciudadanos que cumplimos las normas de tránsito y por lo tanto los tan anunciados descuentos son y serán una ilusión.