Estamos a prácticamente dos semanas de las elecciones parlamentarias y de consultas partidistas con miras a la primera vuelta presidencial. Siempre se ha dicho que estas son elecciones típicas de maquinarias electorales y grandes flujos de dinero pero que definirán mucho más que los nuevos parlamentarios y ganadores de consultas.
Será la primera verdadera encuesta con miras a la primera vuelta presidencial. En esta campaña se ha anunciado la muerte política de los partidos tradicionales como el Liberal, el Conservador y Cambio Radical. La U es una total incógnita pues hoy no se sabe que es eso, a quienes agrupa ni de que tendencia política son sus candidatos a congresistas. Si realmente los partidos tradicionales están comatosos se verá en la composición del Congreso.
El otro partido al que ya le han hecho varios velorios tanto “amigos” como enemigos es al Centro Democrático. Después del 13 de marzo sabremos si estaba muerto o andaba de parranda. ¿Y de los partidos de izquierda qué? Sabremos el alcance del daño que los alcaldes y gobernadores electos por el Partido Verde han hecho en su electorado, o si, como Petro también tienen teflón. El Polo Democrático ya dividido en dos facciones, una claramente extremista donde se lanzan personajes como Iván Cepeda y la hoy de moda Piedad Córdoba, nos mostrará si les sirvió la separación o les perjudicó. Y finalmente está la Colombia Humana encabezada por Gustavo Bolívar y el camaleón Roy Barreras, que deberá mostrar si la aceptación de Petro se traslada a su movimiento, o si es toda de él.
Y hay un escenario singular en Colombia por dos hechos. El primero es que siempre se ha hablado de grandes flujos de dinero en los partidos tradicionales para estas elecciones, pero hay serios indicios que la izquierda también va a contar con abundantes recursos de sus pares izquierdistas en el resto de América Latina y de países como Irán. Eso podría inclinar la balanza, pues se asume que el voto de opinión es minoritario en esta elección. Y el segundo hecho es que Colombia vuelve a tener elecciones en medio de la violencia narcoguerrillera, que no se vio en las más recientes elecciones. Esto tendrá su impacto en especial en las curules de “victimas” que pueden venir envenenadas con un narcoterrorismo disparado en las zonas de “paz”.
El otro resultado muy esperado son las consultas. Cual ganará es la verdadera encuesta de favorabilidad. En cuanto a los resultados por consulta, a Petro lo dan como indestronable las encuestas en su consulta “Patriótica”. Nadie sabe el efecto que va a tener en la Coalición Centro Esperanza la pelea de gallos en que se convirtió la campaña que hacen recordar las famosas peleas de lucha libre de todos contra todos. Las encuestas descartan cualquier posibilidad de Amaya o Robledo, quedando así la pelea entre Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria y Juan Manuel Galán. Como es una elección de maquinarias estas deberán influir en los resultados; a los más apalancados les debería ir mejor. En Equipo Colombia tampoco hay nada dicho y el tema Char también debería afectar a ese candidato. Según las encuestas Peñaloza y Aydeé Lizarazo (partido MIRA) no tienen oportunidad y las dos sorpresas podrían venir de los que manejan maquinarias David Barguil y Alex Char, aunque el que más suena es Federico Gutiérrez. ¿En Equipo Colombia habrá sorpresa?
Si las encuestas aciertan ante tantas variables más que empresas encuestadoras serían oráculos. Le apuesto a grandes fallos en las encuestas, que como los economistas, los encuestadores sabrán explicar después que sucedió. Después de esa elección sabremos quienes irán a primera vuelta con Rodolfo, Ingrid y Óscar Iván. ¿Serán esos todos los candidatos presidenciales para primera vuelta? Estoy seguro que los resultados de la primera verdadera encuesta resolverá eso; podría haber sorpresa, así asegure que NO.
Eso sí, hoy más que nunca votar es un deber ciudadano. Todos a la calle ese domingo.
