Desde hace varios años, la Policía Nacional en su especialidad Tránsito y Transporte, ha enviado a nuestra ciudad y a otras ciudades, un equipo de uniformados, llamados Grupo Élite, que tiene como misión principal, el control documental de las personas que conducen cualquier tipo de vehículo, en especial, las motocicletas.
No hay visita alguna por parte de dicho equipo, en la cual los ciudadanos manifiesten su complacencia, sino por el contrario, una marcada animadversión debido a presuntos abusos de autoridad que son denunciados por algunos conductores.
Es importante señalar, que los integrantes del cuerpo policivo, conocen de memoria el Código de Tránsito, incluyendo sus modificaciones y resoluciones establecidas por el Ministerio de Transporte, motivo por el cual, poner en duda su accionar es una tontería y una rabieta que bien se puede evitar.
Solicitar el seguro obligatorio, el certificado de revisión técnico mecánica y emisiones contaminantes, licencia de conducción, cédula de ciudadanía y registro del automotor con matrícula extranjera, no es un abuso sino el control que ejerce la autoridad de tránsito y esos son parte de los reclamos por parte de los moteros. Lo que no deben hacer, es sancionar por tener las llantas lisas sin utilizar un medidor de profundidad de la huella de la llanta.
Ahora, no me imagino lo que sucederá a partir de hoy, cuando los conductores de motocicleta, están obligados a utilizar el nuevo casco con las especificaciones de la Resolución No. 20203040023385 de 2020, expedida por el citado ministerio, toda vez que su divulgación fue muy escasa y su inobservancia, genera sanciones. Poniendo el asunto en blanco y negro, y sin ejercer una férrea defensa de los actores representados en el Grupo Élite, no es aceptable que los conductores de motocicletas ni de otros vehículos, transiten sin los requisitos de ley.
En cuanto a la protesta realizada, les asiste todo el derecho, aunque no es bien vista por las autoridades ni por los demás ciudadanos y conductores que gústenos o no, tenemos que soportar las múltiples imprudencias por parte de la gran mayoría de este sector de la movilidad.
Es necesario recordar, que las normas de tránsito no las redacta la Policía Nacional y en cambio, es dicha institución quien tiene la obligación de hacer cumplir lo establecido.
Prohibir transitar sin documentos, sin luces, con las llantas lisas y sin el casco reglamentario, no debe causar molestia a los conductores y muy a mi pesar, aquellos que no tienen en regla los documentos, es mejor que se queden en casa, puesto que el incumplimiento de uno o más requisitos para usar las vías públicas, origina la inmediata inmovilización.
En conclusión, sugiero que los moteros tramiten lo pertinente y si no pueden cumplir, es preferible no transitar, porque las multas pueden superar en algunos casos, al costo de la motocicleta y de ahí que el malestar que hoy sienten dichos usuarios, es el resultado de las tareas asignadas al Grupo Élite de la Policía Nacional.